Exigen mejoras en la Ley de Cadena Alimentaria, simplificación de burocracia para acceder a ayudas y protección frente a la «competencia desleal» de terceros países.
Este miércoles, medio millar de tractores y alrededor de 100 autobuses están llamados a participar en una protesta en el centro de Madrid para hacer sentir el malestar del sector agroganadero y exigir soluciones a sus problemas.
Agricultores y ganaderos llegan a la capital española durante esta mañana como continuación de las movilizaciones que se están produciendo en el país desde el pasado 6 de febrero, en línea con la estela de otras naciones europeas que han contemplado movilizaciones del campo, como Francia o Bélgica.
Hasta seis columnas de tractores han entrado en Madrid provenientes de las regiones aledañas de Castilla y León, Extremadura y Castilla-La Mancha, de donde partieron el martes, provocando afecciones al tráfico desde primeras horas de la mañana, para confluir en la Plaza de la Independencia, donde está ubicada la emblemática Puerta de Alcalá.
Desde allí, tras una comparecencia ante los medios de los representantes de Unión de Uniones, la asociación responsable de la convocatoria de este miércoles, han comenzado una marcha lenta hasta la Glorieta de Atocha, frente a las puertas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Rechazo de las 18 medidas
Los agricultores pretenden demostrar «de forma firme y contundente» su malestar «por la falta de soluciones proporcionadas a la magnitud de la crisis que atraviesa el sector y su hartazgo ante el maltrato hacia su labor por parte del Gobierno y de las Comunidades Autónomas».
Bajo el lema #NosSobranLosMotivos reclaman sus principales reivindicaciones: una cadena alimentaria que garantice precios justos, menor burocracia para el acceso a las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea (UE) y la protección del sector frente a lo que denominan «competencia desleal» de países terceros.
La organización de la protesta considera que las 18 medidas presentadas el viernes de la semana pasada por el ministro del ramo, Luis Planas, «no reflejan un cambio real en la política del Ministerio», sino que aborda los problemas «de una manera superficial» y no proporcionada a la magnitud de la crisis que atraviesa el sector.
Unión de Uniones estima que las medidas relacionadas con la Ley de Cadena Alimentaria son «puro maquillaje», entre otras cuestiones por contemplar sus sanciones como «ridículas». Del mismo modo, consideran que las propuestas de simplificación de la PAC son escasas y poco concretas, y que las acciones sobre cuestiones comerciales, como las cláusulas espejo para las importaciones, resultan poco creíbles. También afirman que hay nulo avance en lo tocante a la mejora del seguro agrario.
Además, se quejan de que el paquete ofrecido por el ministro no ofrece soluciones ni menciona temas clave como los daños de la fauna salvaje a la agricultura o ganadería, la ampliación de los subsidios por la sequía, la revisión de los programas de erradicación, las ayudas por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica o reformas laborales, fiscales y de seguridad social.
División en el sector
Durante un febrero plagado de protestas, que comenzaron el día 6, pero que está previsto que se extiendan hasta finales de mes, se ha constatado la división en el seno del sector agrícola y ganadero.
Las principales organizaciones del sector son la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), y la patronal Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja).
Las tres son interlocutores del Gobierno y no estuvieron detrás del estallido inicial de las protestas, ni convocan la gran tractorada de este miércoles en Madrid.
Por otro lado, Unión de Uniones, fundada en 2008 y que tiene su mayor implantación en Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura, se ha visto relegada en las negociaciones con el Ministerio de Agricultura, aunque durante esta jornada pretende mostrar su músculo y capacidad de representación del sector.
Además, recién creada, apareció la Plataforma 6F, que al margen de las grandes asociaciones, estuvo detrás de los primeros días de protestas. Su organización se articula a través de las redes sociales y sus cabezas visibles están vinculadas con la ultraderecha.
De hecho, se ha especulado con que esta plataforma tiene un trasfondo no solo sectorial sino también ideológico, y que aprovecha las protestas para arremeter contra el Gobierno del presidente Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).