El convoy se dirigía al norte de la Franja de Gaza y fue atacado el 5 de febrero por la Marina israelí mientras se encontraba en un puesto de control de las FDI en el centro del enclave palestino.
Un convoy humanitario de la ONU que transportaba suministros alimentarios con destino al norte de Gaza, donde los palestinos que siguen viviendo en la zona están al borde de la inanición, fue bombardeado por las fuerzas israelíes el 5 de febrero a pesar de que sabían a qué organización pertenecían los vehículos y qué transportaban, informó la CNN refiriéndose a documentos proporcionados por la ONU.
Tras el ataque contra el convoy y las acusaciones contra la Marina israelí, el medio estadounidense analizó imágenes de satélite tomadas unas dos horas después del ataque y detectó tres barcos lanzamisiles israelíes a varios kilómetros de la costa de Gaza.
Según un informe de los incidentes recopilado por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés), el convoy de 10 camiones que transportaba suministros humanitarios viajaba por la carretera de Al Rashid, que bordea la costa y es la principal ruta permitida por el Ejército israelí para entregar ayuda humanitaria a los residentes del enclave palestino. El convoy se acercó al puesto de control de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el centro de Gaza, donde estuvo parado durante una hora, cuando uno de los camiones fue alcanzado por las fuerzas israelíes desde el mar. El ataque impactó la parte trasera de un camión que transportaba harina de trigo. Como consecuencia, la carga del camión quedó destruida.
«Un convoy que llevaba alimentos se dirigía a las zonas del norte de la Franja de Gaza. Ese convoy fue alcanzado en su camino en lo que llamamos las zonas medias. Uno de los camiones que transportaba suministros fue alcanzado por fuego naval israelí», afirmó al medio estadounidense Juliette Touma, portavoz de la UNRWA.
La agencia de la ONU confirmó, mostrando la correspondencia por correo electrónico entre la UNRWA y la COGAT (la agencia militar israelí que supervisa las actividades en los territorios palestinos), que la ruta del convoy humanitario fue acordada con la parte israelí. «Compartimos con el Ejército israelí las coordenadas de los convoyes y la ruta de ese convoy«, destacó Touma, agregando que «solo cuando el Ejército israelí da el visto bueno, la luz verde» la UNRWA envía sus convoyes.
Como solo un camión resultó dañado en el ataque israelí y ningún miembro del personal resultó herido, se decidió que el convoy continuara hacia su destino, pero los militares israelíes le negaron el paso, privando así de alimentos a la población palestina que vive en el norte del enclave.
Tras el ataque del 5 de febrero, la UNRWA se vio obligada a interrumpir el suministro de ayuda humanitaria al norte de Gaza. El Programa Mundial de Alimentos también anunció la suspensión de las misiones en la misma zona «hasta que se den las condiciones que permitan distribuciones seguras».