Brasil reúne a cancilleres del G20 en plena crisis entre Lula e Israel por los ataques a Gaza

El encuentro, en Río de Janeiro, abordará la situación en Oriente Medio, el conflicto en Ucrania y la gobernanza global.

Brasil preside este miércoles y jueves la reunión de cancilleres del G20 en Río de Janeiro, donde los representantes de las veinte mayores economías planetarias abordarán el conflicto en Ucrania y la ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza, en medio de la crisis abierta entre el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y Tel Aviv como telón de fondo.

El encuentro, el más destacado antes de la cumbre de jefes de Estado prevista para noviembre en la misma ciudad, contará con la presencia del canciller de Rusia, Serguéi Lavrov; y del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken. El canciller chino, Wang Yimandará un sustituto.

El G20 está formado por las 19 economías más grandes del mundo, además de la Unión Europea y la Unión Africana. También participan representantes de los países invitados: Angola, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, España, Nigeria, Noruega, Portugal y Singapur.

Uno de los asuntos previstos en la reunión es la desmedida ofensiva de Israel contra la población civil en la Franja de Gaza, tras los atentados del brazo armado del movimiento islámico Hamás, el pasado 7 de octubre contra el país hebreo. La arremetida de Tel Aviv ha dejado más de 29.000 muertos palestinos, muchos de ellos niños.

El papel de Brasil al frente del grupo –el país asumió la presidencia temporal en diciembre– será intentar articular posiciones a favor de un alto el fuego en Gaza, pese a que Israel anunció que lanzará una ofensiva sobre Rafa, ciudad fronteriza con Egipto y adonde se han desplazado más de un millón de personas huyendo de los bombardeos.

Desde el comienzo de su mandato, Lula tomó el papel de mediador de conflictos, sin embargo, ese rol se le ha complicado en los últimos días, después de que comparase la situación en Gaza con el Holocausto.

Lula «sacudió al mundo»

La comparación de Lula, compartida también por los gobiernos izquierdistas de Venezuela y Colombia, desató una fuerte reacción de Israel, que declaró al mandatario brasileño persona ‘non grata’ y llamó al embajador de ese país a consultas. Brasilia, en reciprocidad, replicó la medida.

Lula, con sus dichos, «sacudió al mundo y desencadenó un movimiento de emociones que podría ayudar a resolver una cuestión que la frialdad de los intereses políticos no pudo resolver», declaró el excanciller y asesor de Lula, Celso Amorim, al sitio de noticias UOL.

Un nuevo orden mundial

La situación en mar Rojo es otro de los temas que los cancilleres pueden poner sobre la mesa. La desproporcionada respuesta de Israel agravó la siempre convulsa región de Oriente Medio: el movimiento de los rebeldes hutíes Ansar Allah comunicó a mediados de noviembre que atacaría a todos los barcos que naveguen con bandera israelí, que sean propiedad de empresas israelíes u operados por ellas. La amenaza fue posteriormente extendida a cualquier embarcación que se acerque a las costas del país hebreo.

Esta medida provocó que la mayoría de las navieras que utilizan esa ruta comercial clave –que pasa por el canal de Suez– redirijan sus envíos hacia el cabo de Buena Esperanza, localizado en el extremo sur de África, lo que supone un retraso de entre 10 y 14 días en el tiempo de entrega y, por ende, un incremento de los costes.

Además, en la agenda también estará el conflicto en Ucrania, en momentos en que Rusia está logrando importantes avances, como la reciente toma de la ciudad Avdéyevka. Del mismo modo, pondrá el foco en las tensiones de EE.UU. y China, las dos mayores potencias del planeta.

Pero el ejecutivo brasileño también buscará poner en agenda reivindicaciones de largo aliento, como la necesidad de un nuevo orden mundial más inclusivo y democrático, la reforma de entes como Naciones Unidas, la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como el combate a la pobreza y al cambio climático.

 

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