El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, declaró a Lula ‘persona non grata’ por comparar la guerra de Gaza con el Holocausto.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, no pidió disculpas a Israel tras las declaraciones del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien recientemente calificó las acciones de Tel Aviv en la Franja de Gaza como un «genocidio».
Vieira expresó «sorpresa y malestar» durante una conversación este lunes con el embajador de Israel en Brasil, Daniel Zonshine, horas después de que el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, declarara a Lula ‘persona non grata’ por sus declaraciones.
Según reportó CNN citando a funcionarios brasileños, durante el encuentro Vieira no pidió disculpas a las autoridades del país hebreo, como había exigido a Lula el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. En su lugar, el jefe de la diplomacia brasileña utilizó un tono cordial pero firme en defensa de la posición adoptada por Brasilia. «Si queremos preservar las relaciones bilaterales, lo que redunda en beneficio de ambos, lo ocurrido hoy no aporta nada», afirmó Vieira.
De acuerdo con las fuentes, Brasilia consideró como un «espectáculo» las acciones del Gobierno de Netanyahu, empezando por la reprimenda pública del canciller israelí. Además, calificaron de «inaceptable» el hecho de que el embajador brasileño en Tel Aviv, Frederico Meyer, convocado para una visita al museo del Holocausto Yad Vashem, tuviera que escuchar críticas en hebreo sin intérprete.
¿Qué dijo Lula?
Los dichos de Lula ocurrieron durante una rueda de prensa celebrada en la 37.ª Cumbre de la Unión Africana, que tuvo lugar en Adís Abeba (Etiopía). Ahí, el mandatario brasileño comentó que el conflicto «no es una guerra entre soldados y soldados», sino «una guerra entre un Ejército [israelí] altamente preparado y mujeres y niños», y comparó los sucesos en el enclave palestino con el momento «cuando Hitler decidió matar a los judíos».
Además, durante su discurso pronunciado en la cumbre, el presidente brasileño defendió una solución duradera al conflicto entre Israel y Palestina, con avances hacia la creación de un Estado palestino reconocido por las Naciones Unidas.