La revista ‘The American Conservative’ publicó un demoledor artículo en el que traza paralelismos entre el sangriento conflicto, considerado la mayor humillación bélica de EEUU de su historia, con lo que señalan es una campaña de engaños llevada adelante por el actual gobierno de EEUU y que derivará en una derrota para Kiev y la OTAN
Según el artículo, la campaña mediática con respecto a Ucrania ejecutada por la Casa Blanca es una copia «punto por punto» del accionar de los sucesivos gobiernos de EEUU —hasta que la administración Nixon retirara las tropas y concluyera la intervención en 1973— en relación a la Guerra de Vietnam, especialmente las mentiras con la que el presidente Joe Biden y sus colaboradores han querido engañar a la ciudadanía sobre la marcha del conflicto y su origen, entre otros temas.
Estas falsas narrativas, señala el artículo, han sido puestas en marcha y presentadas a los estadounidenses, con la ayuda de aliados «cómplices» como el New York Times y el Washington Post, medios que hasta hace poco publicaban los comentarios triunfalistas de Biden y sus colaboradores sin ningún tipo de cuestionamientos, así como también columnas de análisis donde se demonizaba al presidente ruso Vladímir Putin y se afirmaba falsamente que Ucrania estaba en camino de triunfar sobre Rusia.
Esta falsificación de la realidad, en la que se eliminaba toda la complejidad del conflicto y se omitía la responsabilidad de EEUU y la OTAN al incitarlo, presentándolo como un simple enfrentamiento entre «buenos» y «malos», es similar al engaño que Washington y el establishment consumó en la década del 60 para justificar la invasión de EEUU a Vietnam, afirma la nota.
Ahora, señala The American Conservative, al ser «demasiado obvio» que las tropas rusas se están imponiendo en Ucrania, los medios estadounidenses finalmente dan cuenta de lo que verdaderamente pasa en el campo de batalla, luego de haber ayudado a prolongar el enfrentamiento con sus mentiras.
«Si nos han mentido sobre el progreso del conflicto», señala el artículo, «¿cuáles cree usted que son las probabilidades de que también nos hayan mentido sobre sus causas?», cuestiona.
Para los políticos y los periodistas de EEUU, la expansión de la OTAN, la agenda nacionalista de Ucrania posterior al Euromaidán, la negativa a implementar los Acuerdos de Minsk, o la amenaza de Zelenski, hecha en Múnich en febrero de 2022, de adquirir armas nucleares, no tenían nada que ver con lo que estaba pasando, ironiza la nota.
«Y si nos mienten sobre las causas (…), ¿nos habrán engañado también sobre lo que está en juego en el este de Ucrania? Probablemente. Aquí el paralelo con la mentiras del gobierno de EEUU durante el período de la guerra de Vietnam se vuelve demasiado obvio como para ignorarlo», afirma la publicación.
«Incluso el modelo que impulsaba EEUU durante la Guerra Fría es esencialmente el mismo al actual, con nombres como Ngo Dinh Diem (líder anticomunista vietnamita) y Winston Churchill ahora cambiados por el de Volodímir Zelenski», señala la revista.
«El gobierno de Vietnam del Sur (avaricioso, corrupto como el de Ucrania) tenía derecho a las armas estadounidenses en virtud de su derecho a ‘determinar el futuro [de la nación]'», dice el artículo, recordando el argumento que utilizaba EEUU para justificar su guerra contra Vietnam del Norte, parte de su operación global contra lo que Washington percibía como una expansión del comunismo que podía amenazar sus intereses y su hegemonía.
Lo mismo sucede ahora con Ucrania: el presidente Biden justifica públicamente lanzar una guerra proxy con Rusia con la excusa de que es necesario «frenar» a Moscú, invocando nuevamente la teoría del efecto dominó, largamente desacreditada y tesis que motorizó la política intervencionista de EEUU durante la segunda mitad del siglo XX.
«Tras la publicación de los Papeles del Pentágono en 1971, la filósofa Hannah Arendt observó durante la era de Vietnam que ‘la política de mentir casi nunca estaba dirigida al enemigo… sino que estaba destinada principalmente, si no exclusivamente, al consumo interno, a la propaganda interna y especialmente con el propósito de engañar al Congreso'», advierte la nota.
Y concluye: «Dos años después [del comienzo del conflicto en Ucrania], la administración Biden y los medios de comunicación nos han mentido repetidamente a los ciudadanos sobre sus causas, lo que está en juego y su progreso.
La pregunta que deberían hacerse [en Washington], pero que por supuesto no se harán, después de esta última desventura estadounidense en el extranjero, es: ¿aprenderemos algún día?».