Las ayudas de Occidente a Ucrania en lo que va de conflicto ya han superado a las destinadas a Europa por EEUU en el Plan Marshall. Así lo afirmó Odile Renaud-Basso, jefa del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo [BERD], al puntualizar que el 50% del presupuesto de Ucrania es financiado con apoyo externo.
Un agujero negro
Renaud-Basso dio detalles para sustentar sus aseveraciones en una entrevista que concedió al periódico estadounidense Politico. «[La asistencia financiera de la UE] es mucho mayor en términos reales que cualquier Plan Marshall después de la Segunda Guerra Mundial en términos de porcentaje del PIB de apoyo”.
No obstante, el artículo de Politico constata que en el último tiempo se ha registrado lo que denominan una fatiga occidental para seguir enviando dinero a Kiev. Algo que se debe al rechazo de la ciudadanía a seguir transfiriendo fondos a un país que ha fracasado en el campo de batalla; los constantes escándalos de corrupción vinculados a la apropiación indebida de fondos públicos por parte de funcionarios de Kiev; y el aumento del costo de vida que ha provocado la decisión de Occidente de extender el conflicto, entre otras causas.
Al señalar que le gustaría acceder a las mencionadas cifras para saber qué tan así es en la proporción, el Dr. en Geopolítica Rolando Dromundo, advierte que «no hay duda de que las ayudas occidentales a Kiev sí han representado claramente un esfuerzo económico muy importante». «Lo que está haciendo [Occidente] es de una gran envergadura, liderados por EEUU, y que por supuesto ha cambiado la estructura de cómo se venía organizando el mundo, y seguramente va a generar un nuevo paradigma después de que termine la guerra».
Estas cifras demuestran que «no es un conflicto regional, sino que simplemente es un conflicto a nivel mundial. Si bien las hostilidades en términos bélicos y militares están en una sola parte del mundo, sí están participando todas las potencias de manera directa o indirecta, están relacionados con lo que está pasando en este momento en Ucrania», concluye Dromundo.