Los aliados de la OTAN, sobre todo Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump, han criticado repetidamente a Berlín por no hacer todo lo posible.
Alemania podría aumentar su gasto en defensa hasta el 3,5% del PIB, ha dicho el ministro de Defensa, Boris Pistorius. Sin embargo, expresó ciertas dudas sobre la capacidad de Berlín para mantener el gasto militar en este nivel a largo plazo.
Los estados miembros de la OTAN, especialmente los EE.UU. bajo el expresidente Donald Trump, han criticado repetidamente a Alemania por su fracaso en alcanzar el objetivo del bloque de gastar al menos el 2% del PIB en defensa. Tras el inicio de la ofensiva rusa contra Ucrania hace casi dos años, el canciller Olaf Scholz se comprometió a empezar a invertir seriamente en la Bundeswehr.
Con este fin, su gobierno creó un fondo especial por un total de unos 100.000 millones de euros (108.000 millones de dólares).
Hablando en la Conferencia de Seguridad de Múnich el sábado, Pistorius dijo que Berlín «podría alcanzar el 3% o incluso el 3,5%», y la cifra dependería de «lo que esté sucediendo en el mundo y en nuestra economía», según lo citado por Bloomberg. Alemania pretende, entre otras cosas, aumentar su capacidad de fabricación de armas, explicó el Ministro.
Según Pistorius, Alemania y otras naciones europeas no deberían contentarse con alcanzar el objetivo del 2% de la OTAN, ya que ese «sólo puede ser el punto de partida».
En el mismo evento, el Canciller Scholz prometió que Alemania cumpliría el compromiso de gasto de la OTAN “en los años 2020, 2030 y más allá”. Sin embargo, su jefe de Defensa reconoció que existe un gran interrogante sobre dónde podrá el país encontrar el dinero una vez que se agote el fondo especial después de 2027.
En los últimos meses, Pistorius ha hablado repetidamente sobre la necesidad de una mejora profunda del ejército alemán y la creación de un “elemento de disuasión creíble” ante una posible confrontación militar con Rusia en el futuro.
El mes pasado, el ministro aclaró que si bien “por el momento no veo ningún peligro de un ataque ruso al territorio de la OTAN o a cualquier país socio de la OTAN”, la situación podría cambiar en el futuro.
Al comentar sobre los comentarios de Pistorius en enero, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, negó que Rusia tenga planes de ese tipo, afirmando que los políticos de los países europeos estaban utilizando cada vez más la imagen de un “enemigo externo” como táctica de distracción en medio de varios problemas internos.
Casi al mismo tiempo, el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, afirmó que “nadie quiere una gran guerra”, especialmente Moscú.
El presidente Vladimir Putin también ha declarado en múltiples ocasiones que Rusia no tiene “ningún interés geopolítico, económico… o militar” en provocar un conflicto con la OTAN.