El primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, tendría buenas posibilidades de convertirse en el sucesor de Jens Stoltenberg
A finales del año pasado el canciller de Alemania, Olaf Scholz, estuvo «categóricamente en contra» de la posibilidad de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ocupara el cargo de secretaria general de la OTAN, debido a su postura «demasiado crítica» hacia Rusia, informa este sábado Welt Am Sonntag citando a sus fuentes.
«Scholz estaba categóricamente en contra de que Von der Leyen se convirtiera en jefa de la OTAN», aseguraron varios altos funcionarios y diplomáticos de la Unión Europea. Según el canciller alemán, a largo plazo la actitud hostil de la presidenta de la Comisión Europea hacia Moscú podría resultar en una desventaja.
De acuerdo con el periódico, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, sugirió a finales de 2023 la candidatura de Von der Leyen al presidente Joe Biden, quien posteriormente se dirigió a Scholz con la idea.
Mientras, hay cada vez más señales de que el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, tiene buenas posibilidades de convertirse en el sucesor de Jens Stoltenberg, cuyo mandato al frente de la OTAN expira en octubre, señala Welt. El apoyo hacia Rutte está aumentando, comentaron las fuentes.
La decisión debería tomarse, si es posible, antes de las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán en junio, afirmó un diplomático de alto rango de la Alianza Atlántica.
Una mujer al frente de la OTAN
Según el diario alemán, durante mucho tiempo Washington ha preferido a una mujer como jefa de la OTAN, pero al mismo tiempo debería poder construir relaciones sólidas con Moscú tras el fin del conflicto en Ucrania.
No obstante, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, que también expresó su interés por el puesto, nunca fue una opción para Biden porque también se la considera demasiado crítica hacia Moscú, agregó Welt, señalando que esta semana la funcionaria fue incluida en la lista de personas buscadas en Rusia por apoyar la demolición de monumentos de soldados soviéticos y su retórica antirrusa.