BISKEK — La situación internacional sufre una escalada inédita por culpa de Occidente que se obstina en preservar su domino a escala global, afirmó el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev.
«Nuestro encuentro transcurre en medio de una escalada sin precedentes de la situación internacional porque Occidente busca mantener a toda costa su dominio en los asuntos mundiales», señaló Pátrushev durante una reunión de altos cargos de seguridad nacional sobre Afganistán que se celebra en la capital kirguisa.
Pátrushev agregó que «en Washington están seguros de que es más cómodo hacerlo en un contexto del caos global».
«Occidente está dispuesto a todo con tal de salirse con la suya», opinó.
El ejemplo más elocuente, a juicio de Pátrushev, es Ucrania «con cuyas manos el Occidente global pretendía infligir una derrota estratégica a Rusia». «Pero no le salió nada», constató el funcionario.
Asimismo, Pátrushev denunció «una nueva espiral de desestabilización en Oriente Medio donde las acciones de Israel han derivado en decenas de miles de víctimas civiles y una catástrofe humanitaria para más de dos millones de palestinos residentes en la Franja de Gaza».
«También vemos que Occidente está intentando desestabilizar la situación en el Cáucaso Sur y obstruir una solución entre Armenia y Azerbaiyán, con el subsiguiente deterioro de la situación en esta región», dijo el secretario del Consejo de Seguridad ruso.
Terroristas en Afganistán
Pátrushev estimó en más de 23.000 la cifra de militantes de grupos terroristas que operan hoy en día en Afganistán.
«Hay una veintena de organizaciones terroristas internacionales en Afganistán, con un total de más de 23.000 combatientes, según nuestras estimaciones», constató.
Para el funcionario ruso, «Afganistán es un eslabón de una cadena interminable de aventuras geopolíticas de Occidente» y el grueso de la responsabilidad por la espinosa situación actual en este país de Asia Central recae en Estados Unidos y sus aliados.
«Durante los 20 años de su presencia allí, Washington no ha hecho nada por mejorar la situación. Debemos abogar por que asuma los principales gastos financieros de la recuperación económica de Afganistán tras el conflicto, pero evita hacerlo», declaró Pátrushev.
El funcionario acusó a Occidente de haber dejado en Afganistán durante el proceso de retirada una cantidad enorme de armas, que calificó como «una bomba de relojería». Esas armas, agregó, son usadas en las pugnas entre diversas facciones, se venden en el mercado negro y acaban en manos de terroristas en terceros países.