Decenas de tramos de la valla metálica que rodea el enclave palestino resultaron dañados durante el ataque de Hamás del 7 de octubre del año pasado y las posteriores acciones bélicas.
Cientos de palestinos residentes en Cisjordania han sido contratados por los servicios de seguridad de Israel para trabajar en la reconstrucción de la valla fronteriza con la Franja de Gaza, informó este viernes el sitio informativo Ynet.
Decenas de tramos de la valla metálica que rodea el enclave palestino resultaron dañados durante el ataque de Hamás del 7 de octubre del año pasado y las posteriores acciones bélicas. Las múltiples brechas urgen su reparación o establecimiento de una nueva barrera, así como también se requerirá crear una zona de amortiguamiento entre Israel y la Franja, algo que llevará meses, según el medio.
El servicio de inteligencia Shin Bet y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) recomendaron repetidamente autorizar que aproximadamente 100.000 palestinos trabajen en el país hebreo para prevenir nuevas oleadas de violencia en Gaza y reducir la desesperación en el público palestino en Cisjordania. Sin embargo, el Gabinete de Seguridad israelí decidió no permitir que los trabajadores de Cisjordania abandonen los territorios palestinos y trabajen dentro de Israel.
De acuerdo con Ynet, los ministros de Finanzas, Bezalel Smotrich; de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir; y de Economía, Nir Barkat; se opusieron a la contratación de palestinos y su acceso a tierras israelíes. Barkat expresó su enfado al enterarse de la noticia. «Las personas que nos dieron el 7 de octubre no han aprendido la lección», dijo el ministro, señalando que se trata de un «intento de blanquear el empleo de los palestinos», lo cual percibe como «escupir en la cara del público».
Por su parte, el exministro de Finanzas, Avigdor Lieberman, considera que la decisión de atraer a palestinos a los trabajos de reconstrucción es un claro indicio de que las «viejas creencias derrotistas todavía existen» en las autoridades israelíes, es decir, que perduran los temores de que las fuerzas de seguridad no puedan controlar el territorio del enclave en el futuro.
El Ministerio de Defensa admitió la contratación de solo cuatro trabajadores palestinos.