El ataque se llevó a cabo con misiles aéreos no guiados S-13, seguidos de cohetes a una altura extremadamente baja de 25 metros.
Aviones de ataque Sukhoi Su-25 de las Fuerzas Aeroespaciales rusas destruyeron una concentración de efectivos y vehículos blindados enemigos en dirección a Krasnolimansky, según informó el Ministerio de Defensa ruso.
El ataque se llevó a cabo con misiles aéreos no guiados S-13, seguidos de cohetes a una altura extremadamente baja de 25 metros, inferior a la cobertura de medios de defensa aérea enemigos, y realizando la posterior maniobra de encabritado.
Todos los objetivos especificados fueron alcanzados con éxito, informaron los controladores aéreos avanzados.
Tras cumplir la misión de combate, las tripulaciones realizaron una maniobra antimisiles con disparo de blancos térmicos de señuelo y regresaron con éxito al aeródromo de base.