MOSCÚ — Rusia suspende las contribuciones anuales al Consejo Ártico hasta que la plataforma reanude el trabajo con la participación de todos los países miembros, informó el Ministerio de Exteriores ruso.
«Rusia ha suspendido el pago de cuotas anuales al presupuesto del Consejo Ártico hasta la reanudación del trabajo práctico en este formato con la participación de todos los países miembros, incluida la realización de proyectos conjuntos», indicó el ente.
La Cancillería especificó que se trata de la labor relacionada con «conservar el ecosistema frágil del Ártico, realizar estudios árticos, incluidas las expediciones marítimas científicas, desarrollar los lazos humanitarios, elevar el nivel de vida y bienestar de la población del Extremo Norte, incluidos los pueblos indígenas».
Rusia, según el ministerio, actualmente no está estudiando la posibilidad de abandonar el Consejo Ártico. Sin embargo, continuó, si el organismo se convierte en una institución hostil a Rusia, el país podrá reconsiderar su postura.
«Abogamos por el enfoque que subyace inicialmente al trabajo del Consejo, es decir profundizar la cooperación mutuamente beneficiosa de ocho Estados árticos en interés de un desarrollo estable de toda la región Ártica», resumió el ministerio.
Fundado en 1996, el Consejo Ártico está formado por ocho miembros definidos como Estados árticos: Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia y Suecia.
Trece Estados no árticos (Alemania, Corea del Sur, China, España, Francia, India, Italia, Japón, Países Bajos, Polonia, Reino Unido, Singapur y Suiza) pertenecen al organismo regional en calidad de observadores.
En marzo de 2022, mientras Rusia ejercía la presidencia pro tempore del Consejo Ártico, los demás miembros suspendieron su participación en todos los eventos en protesta por el conflicto armado en Ucrania.
En mayo de 2023, Noruega asumió como presidente del Consejo Ártico por dos años.