Ottawa necesita «más tiempo» para dar una respuesta sobre la solicitud de Rusia respecto a extradición del veterano colaborador nazi Yaroslav Hunka, informó a Sputnik el embajador ruso en Canadá, Oleg Stepánov. Tras la Segunda Guerra Mundial, miles de los antiguos aliados de Hitler encontraron en ese país un refugio de la persecución de la URSS.
«Durante una reunión con el representante de la Embajada [de Rusia], el Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá pidió más tiempo para preparar una respuesta sustantiva a nuestras preguntas en relación con el caso de Yaroslav Hunka [un veterano colaborador nazi]», detalló Oleg Stepánov.
El diplomático recordó que Ottawa ya había denegado oficialmente a Moscú la extradición de este exmiembro de las SS, Schutzstaffel, una organización policial, política, penitenciaria y de seguridad al servicio de Adolf Hitler y del partido nazi (NSDAP), y después por toda la Europa ocupada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
«Pero, ¿estudiarán las fuerzas del orden canadienses su pasado, su participación en asesinatos en masa, en genocidios, ahora bajo las leyes canadienses? ¿Cómo obtuvo la nacionalidad? ¿Indicó que era miembro de las SS en su formulario de solicitud cuando llegó al país?», cuestionó Stepánov.
El 22 de septiembre de 2023, Yaroslav Hunka, de 98 años, que fue presentado como un héroe que luchaba contra la URSS durante la Segunda Guerra Mundial, recibió dos veces una ovación de pie por parte de toda la legislatura canadiense. El homenaje al exmiembro de las SS provocó protestas en Rusia, Polonia y otros países, y altos funcionarios rusos y polacos sugirieron que Hunka fuera extraditado para ser juzgado.
El expresidente de la Cámara de los Comunes, Anthony Rota, se vio obligado a dimitir y asumir su responsabilidad por no haber realizado supuestamente la comprobación de antecedentes exigida, lo que llevó a Canadá a un escándalo bastante embarazoso tras el incidente.
En octubre de 2023, el Comité de Investigación ruso acusó de rebeldía a Hunka por el genocidio cometido en el transcurso de esa guerra. En concreto, de acuerdo con el documento, el antiguo soldado de las SS y sus compañeros mataron al menos a 500 ciudadanos soviéticos en la localidad de Huta Pieniacka (en la región de Leópolis, de la entonces República Socialista Soviética de Ucrania) del 23 al 28 de febrero de 1944, siguiendo órdenes de sus comandantes.
Entre los muertos había judíos y polacos. Las personas fueron fusiladas y quemadas en las viviendas y en la iglesia.