Durante el viaje, el mandatario argentino se reunió con el sumo pontífice y confirmó su intención de mudar la embajada argentina a Jerusalén.
El presidente argentino, Javier Milei, concluyó este lunes su primera gira internacional, en la que se reunió por primera vez con el papa Francisco, pese a las rencillas del pasado, selló su alianza con Israel y fue recibido con todos los honores por una figura afín, la ultraderechista primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
La audiencia papal vino precedida de mucha expectativa, porque todavía resuena lo que dijo varias veces el libertario -que en los últimos años se ha acercado al judaísmo- antes de su llegada al poder: que Francisco era «el representante del maligno en la tierra».
Un error en el protocolo causó revuelo en las redes, después de que la hermana del presidente, Karina Milei, fuera presentada por el Vaticano como su esposa, lo que reavivó la polémica que hay alrededor de su cargo.
Las redes se colmaron de memes, bromas y quejas, ya que desde que el año pasado Milei, que se ha referido a veces como «la primera dama» y suele llamarla «la jefa», mostró el peso que tenía su única hermana en todas las decisiones de la campaña y, ahora, del Gobierno.
«Le expliqué todo»
La reunión con el sumo pontífice selló la paz entre ambos, ya que durante la campaña el ahora mandatario argentino fue muy duro con él: le insultó en varias ocasiones y le acusó de ser «un imbécil que defiende la justicia social», un defensor del «comunismo» y un «impresentable que promueve la pobreza, un régimen de miseria» y «un sistema que mata a la gente».
Tras darle un cálido abrazo, le reiteró la invitación para que el pontífice visite Argentina por primera vez desde que asumió el liderazgo de la Iglesia católica en marzo de 2013. Al parecer, habría confirmado que visitará el país en la segunda mitad del año. «Le expliqué todo. Me entendió a la perfección«, expresó el político libertario después.
Por su parte, el papa hizo varios reclamos diferentes a Milei, entre ellos que el agresivo ajuste que está llevando a cabo el mandatario en Argentina afecte lo mínimo posible a los más desfavorecidos, recoge Todo Noticias.
Además, se discutió la distribución de fondos para los comedores populares. La organización católica Cáritas ya había solicitado al Gobierno que no se reorganizara porque mientras eso pasa las iglesias no reciben ayuda social.
Ajuste menos drástico
Francisco también mencionó la utilización de la pelea como estrategia política y le pidió a Milei que promueva el diálogo con otros sectores.
El presidente de Argentina saludó al sumo pontífice en la Basílica de San Pedro antes de la misa de canonización de María Antonia de San José de Paz y Figueroa, la laica conocida como ‘Mama Antula’, quien se convirtió en la primera santa argentina.
«Es un momento muy importante para la historia argentina», comentó el mandatario, citado por medios argentinos. En el marco de la visita, fue acompañado por la secretaria de Presidencia, Karina Milei, y la ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, entre otros.
Una mudanza polémica
La gira del mandatario, la primera desde que asumió hace dos meses, inició en un destino polémico, Israel, donde selló su alianza con el gobierno de Benjamín Netanyahu en momentos en que está bajo presión por su desmedida ofensiva militar sobre la Franja de Gaza tras los ataques de Hamás.
El mandatario libertario, al aterrizar el martes pasado en Tel Aviv, confirmó la intención de «mudar la embajada argentina a Jerusalén», una medida altamente sensible que ya tomó en 2018 el entonces presidente estadounidense Donald Trump, otro de sus referentes.
Además, comparó a Hamás con el «nazismo», visitó uno de los kibutz atacado, en el que vivían un buen número de descendientes de argentinos, y se reunió con familiares secuestrados.
Su estancia, de tres días, incluyó una visita al Museo del Holocausto y terminó el jueves por la noche, con él orando y bailando con los rabinos en el Muro de los Lamentos, como muestran unas imágenes viralizadas.
El mandatario culminó este lunes su gira con una reunión con la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni.
«Un profundo vínculo»
En el encuentro, ambos mandatarios, alineados ideológicamente, expresaron su deseo de profundizar la relación entre sus gobiernos y de desarrollar una agenda de trabajo conjunta.
En su cuenta de la red social X, la premier italiana se refirió a la cumbre como «un encuentro positivo».
«Dialogamos sobre el desarrollo de nuevas asociaciones en sectores clave para nuestras economías como energía, infraestructuras y el sector agro-alimentario«, detalló.
Y añadió: «Italia y Argentina están orgullosos de tener un profundo vínculo histórico y cultural y auspiciamos que pueda seguir adelante para una renovada cooperación en diversos ámbitos».
Antes de ese encuentro, Milei dialogó con el presidente italiano Sergio Mattarella, con quien coincidió en iniciar una «nueva etapa en el vínculo bilateral y dar una señal de confianza para las inversiones», según detallaron fuentes oficiales.