La reacción se produjo tras las recientes acusaciones de antisemitismo por parte de jugadoras de baloncesto israelíes contra la selección irlandesa.
La selección irlandesa de baloncesto femenino se negó a colocarse junto a sus rivales de Israel y a estrecharles la mano antes del partido del torneo de clasificación para el EuroBasket (Campeonato de Europa), que se celebró en la tarde del jueves 8 de febrero en Riga, Letonia. Antes del partido, la Federación de Baloncesto de Irlanda anunció que las jugadoras no participarían en los arreglos tradicionales previos al partido.
Según el comunicado oficial, la decisión se produjo «como consecuencia directa de los recientes comentarios realizados por jugadoras y cuerpo técnico israelíes, incluidas acusaciones incendiarias y totalmente inexactas de antisemitismo, publicadas en canales oficiales de la federación israelí».
Esta reacción siguió a las declaraciones de Dor Saar, jugadora de baloncesto israelí, en cuanto al equipo irlandés. «Se sabe que ellas son bastante antisemitas, no es un secreto. Y quizás es por lo que se espera un juego duro», afirmó la deportista durante una entrevista a la Federación de Baloncesto de Israel.