Del 2 al 3 de febrero, EEUU realizó un bombardeo de represalia contra milicias de resistencia islámica en Irak y Siria por el ataque a su base militar. Washington sostiene que hubo una coordinación previa con las autoridades de Bagdad, pero la Casa Blanca reconoció recientemente la ausencia de advertencia alguna, procede del portal ‘The Intercept’.
«Por razones de seguridad operativa, no proporcionamos ningún tipo de notificación oficial previa con detalles específicos sobre estos ataques», indicó un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, citado por el medio.
De acuerdo con el portal, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, también reconoció el 5 de febrero que los iraquíes no habían recibido ningún aviso. Sin embargo, las preguntas del propio medio fueron dirigidas a la Casa Blanca.
En la noche del 2 al 3 de febrero de 2024, EEUU lanzó masivos bombardeos aéreos contra los territorios iraquíes y sirios. Solo en Irak, las hostilidades se cobraron la vida de al menos 16 personas, incluidas civiles, y dejó heridas a otras 25, por lo que fueron decretados tres días de duelo nacional.
Washington atribuyó el motivo del bombardeo a represalias dirigidas contra fuerzas vinculadas a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní y milicias asociadas por el ataque contra su base militar en Oriente Medio.
El coordinador de comunicaciones estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró que tuvo lugar una coordinación previa de los bombardeos con las autoridades iraquíes.
Por su parte, Irak calificó el bombardeo de EEUU de una agresión abierta y, igualmente, descartó que hubiera un aviso desde la parte estadounidense.
«Se trata de declaraciones falsas destinadas a confundir a la opinión pública internacional», señaló el portavoz del Gobierno iraquí, Basem Auadi.