China critica ataques de Estados Unidos en el territorio de Siria e Irak

PEKÍN — China se opone a las violaciones de la soberanía territorial de Siria e Irak por parte de Estados Unidos, que atacó la semana pasada objetivos en el territorio de estos dos países, declaró a los periodistas el portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin.

«Siria e Irak son países soberanos, China se pronuncia en contra de cualquier acción que viole la Carta de la ONU, la soberanía territorial y la seguridad de otros países», dijo el diplomático.

Agregó que actualmente la situación en Oriente Próximo es bastante difícil.

China, continuó, «llama a las partes correspondientes a respetar debidamente el derecho internacional, mantener la calma y la moderación, así como evitar la ulterior escalada de las tensiones regionales o incluso que escape del control».

En la noche del 2 al 3 de febrero, EEUU lanzó masivos bombardeos aéreos en Irak y Siria contra 85 objetivos que calificó como vinculados a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní y fuerzas asociadas.

Washington afirmó que se trata de represalias por el reciente ataque a la base militar estadounidense en Jordania.

Según el Ejército estadounidense, entre los objetivos alcanzados se encuentran puestos de mando, centros de inteligencia, instalaciones de almacenamiento de misiles y drones, así como instalaciones que garantizan las cadenas de suministro de municiones para los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica y fuerzas aliadas.

El Gobierno de Irak, por su parte, denunció al menos 16 muertos y 25 heridos tras los bombardeos estadounidenses. También tildó como «falsas» las declaraciones de Washington sobre el aviso a las autoridades de Irak de los ataques.

El Ministerio de Defensa sirio reportó asimismo varios muertos y heridos tras la ofensiva, sin precisar números exactos.

El pasado 28 de enero, tres soldados estadounidenses murieron y más de 40 resultaron heridos en un ataque con un dron en la base militar que tiene el ejército del país norteamericano en la región noreste de Jordania, cerca de la frontera con Siria.

El ataque fue reivindicado más tarde por la llamada Resistencia Islámica de Irak, una amplia coalición de milicias proiraníes.

Fuente