Sin embargo, el director ejecutivo del gigante latinoamericano también aseguró que el asunto debería solucionarse en febrero.
El director ejecutivo de Brasil en la central hidroeléctrica de Itaipú, Enio Verri, aseguró que las divergencias con Paraguay por los excedentes energéticos de la represa son «mayores que nunca», pero que el asunto debería solucionarse este mes de febrero.
El gobierno brasileño anunció el año pasado que la tarifa se fijaría en 16,71 dólares por kilovatio al mes, pero Paraguay quiere regresar a los 20,75 dólares, el monto cobrado en 2022.
«Energía de calidad y barata es inclusión social para que la gente pueda tener energía en casa y poder pagar la factura de la luz. No podemos tener energía cara», destacó Verri, según recoge el Portal da Ciudade Foz do Iguaçu.
«La hidroeléctrica es la principal fuente de recursos para las arcas públicas del país vecino (…) Es obvio que necesitarán estos recursos, como nosotros, y creo que en febrero todo estará resuelto y las inversiones avanzarán con normalidad«, aseveró.
El Tratado de Itaipú, firmado en 1973 y que vencerá el próximo agosto, establecía la construcción de una presa hidroeléctrica conjunta entre Paraguay y Brasil, en la que ambos países tienen derecho al 50 % de la energía generada.
«No es justo»
El llamado Anexo C, que debe ser renegociado, establece las condiciones del abastecimiento eléctrico, del costo del servicio de electricidad y de los ingresos. Según lo acordado, a cada país le corresponde un 50 % de la energía que produce Itaipú, y precisa que el excedente que no sea utilizado por una de las partes tiene que ser vendida con derecho preferencial (a precio de costo) al otro Estado.
Pero esto puso en una posición desventajosa a Paraguay, ya que durante todo este tiempo se ha visto obligado a vender la energía excedente a Brasil, como decreta dicho acuerdo, a valores irrisorios.
Al ser creada por ambas naciones, la empresa Itaipú Binacional, la mayor del mundo en generación de energía, contrajo una deuda de 115 millones de dólares para la construcción con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil. Dicho compromiso financiero se canceló en marzo de este año.
«Nuestro desacuerdo está en que Paraguay, en lugar de bajar el precio de la energía porque ya no tenemos deuda, quiere subir el precio. Bueno, pensamos que no es justo, el presidente Lula entiende que no es justo«, afirmó Verri.