«Es una política brutal»: los republicanos se niegan a ayudar a Biden en la frontera y en Ucrania

La política del año electoral en Estados Unidos bloquea la legislación sobre inmigración y ayuda militar al exterior, creando el riesgo de caos en la frontera y el «colapso» en Ucrania, dijo a Sputnik el analista político Garland Nixon.

El enfrentamiento sobre la política fronteriza entre el presidente de EEUU y el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, se intensificó en los últimos días cuando la autoridad del estado prometió colocar alambre de púas en contra de una sentencia del Tribunal Supremo.

«El Gobierno federal violó el pacto entre EEUU y los estados. El Poder Ejecutivo del país que tiene el deber constitucional de hacer cumplir las leyes, ha llegado a violarlas. Como resultado, ha batido récords de inmigración ilegal», expresó el político conservador en un comunicado.

Los defensores de los derechos de los inmigrantes criticaron la medida, afirmando que la actuación de los funcionarios de Texas había contribuido a la muerte de inmigrantes.

Joe Biden propuso una legislación de compromiso que combinara la ayuda militar a Ucrania y la resolución de la cuestión migratoria, pero los republicanos la rechazaron. Mientras la disfunción del Congreso parece abocada a paralizar los avances en otra prioridad legislativa, el analista político Garland Nixon, analizó las consecuencias.

«El país es políticamente inestable (…) Este país se está desmoronando», destacó Nixon sobre la polémica batalla política.

De acuerdo con el analista, el conflicto entre el poder estatal y el federal es uno de los aspectos históricamente más polémicos del sistema de Gobierno de Estados Unidos. La polarización política histórica, combinada con la perspectiva de un enfrentamiento entre agentes estatales y federales armados, han hecho pensar que podría estallar una guerra civil, detalló Nixon.

Según la hipótesis de algunos expertos, cuanto más dinero envíe Joe Biden a Ucrania —aunque no se habla del éxito en el campo de batalla—, más oportunidades tendrán los republicanos de señalar el fracaso de la actual Administración.

Así, a los propios republicanos les interesa mantener tensa la situación en la frontera en vísperas de las elecciones para poder afirmar que intentaron que Biden hiciera algo, pero no quiso.

Nixon coincidió con esta opinión y expresó que «esto no es ni bueno ni correcto, es una política brutal».

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