El movimiento iraquí Al-Nuyaba advierte a Estados Unidos que retire sus fuerzas de inmediato, ya que cada día sube el precio a pagar por esta presencia ilegal.
“Las tropas de ocupación deben salir de la región hoy mismo”, destacó el movimiento Hezbolá iraquí Al-Nuyaba mediante un comunicado emitido el lunes por la noche ante los avatares recientes en la región de Asia Occidental, en particular los ataques contra las fuerzas estadounidenses.
Según la declaración, Al-Nuyaba dejó en claro que el equilibrio de la disuasión está en las manos de la Resistencia que, a su vez, desestima las amenazas del enemigo. “La Resistencia es una creencia fija y firme que no se ve afectada por ninguna amenaza o cambio”, acentuó.
Refiriéndose a la presencia militar de Estados Unidos en la región de Asia Occidental, declaró que “el presidente viejo y tonto” de Estados Unidos —aludiendo sin mencionar a Joe Biden— no sabe dónde están sus fuerzas y, sin prestar atención a la soberanía de ningún país en la región, entra y saquea las riquezas de los pueblos.
“La humillación y la muerte son el destino de los mercenarios y las fuerzas estadounidenses y serán expulsados de nuestros países”, destacó Al Nayuba, recordándole a Washington que ya “ha probado el sabor que no querían”.
Aconsejó que “es mejor que las fuerzas estadounidenses tomen lecciones del pasado y si salgan de la región. “Hoy será mejor que mañana, porque por la demora hay que pagar un precio más alto”, recalcó.
El pasado miércoles, el Gobierno de Irak declaró que denunciará ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) los ataques de las fuerzas estadounidenses a sitios de la Resistencia por violar la soberanía del país árabe.
Desde el comienzo de los ataques de Israel contra la Franja de Gaza, los grupos iraquíes reafirmaron su determinación para continuar las agresiones contra blancos estadounidenses e israelíes en la zona como parte de su apoyo a los palestinos en el enclave costero.
Durante los últimos meses, las Fuerzas de Resistencia han atacado más de 165 veces a las bases militares de EE.UU. en Siria, Irak y Jordania, lo que que se ha saldado con tres muertos y 80 heridos entre el personal estadounidense.