Pyongyang y Pekín acuerdan reforzar la cooperación táctica y defender sus intereses comunes, mientras ambos denuncian el aventurismo militar de Estados Unidos.
La canciller norcoreana, Choe Son Hui, se reunió con el viceministro de Asuntos Exteriores chino, Sun Weidong, en Pyongyang, la capital de Corea del Norte, a donde llegó el jueves el diplomático chino para una visita oficial, según ha informado este sábado la agencia oficial de noticias norcoreana KCNA.
La visita y la reunión, que se desarrolló en “una atmósfera de camaradería y amistad”, se producen en el año en el que se cumple el 75 aniversario del establecimiento de sus relaciones diplomáticas, por lo que ambos países dijeron que quieren “continuar fortaleciendo la cooperación táctica para defender los intereses centrales comunes”, agrega KCNA.
El Gobierno chino, a su vez, dijo en un comunicado el viernes que ambos aliados se comprometieron a fortalecer las comunicaciones estratégicas “a todos los niveles” y reiteraron su “postura inquebrantable” para profundizar los lazos.
China y Rusia son los principales aliados de Corea del Norte, con el que han desarrollado aún más sus relaciones y cooperaciones en medio de las acciones provocativas de Estados Unidos en su contra.
Pekín ha defendido una y otra vez la soberanía y la independencia de Pyongyang y responsabilizado a Washington por la actual escalada de tensiones en la península de Corea. Conforme al gigante asiático, la decisión de su vecino para desarrollar su arsenal de misiles constituye un legítimo acto de autodefensa.
El gigante asiático ha criticado a Estados Unidos por haberse negado a responder a las medidas de desnuclearización adoptadas por Pyongyang en los años anteriores. “Estados Unidos tampoco ha tomado en serio las preocupaciones legítimas de Corea del Norte ni ha mostrado disposición a abordarlas”, denunció en septiembre Mao Ning, vocera de la Cancillería china.
Corea del Norte, a su vez, ha defendido siempre el principio de ‘una sola China’ y advertido que la “intromisión indiscreta” de Estados Unidos en el tema de Taiwán conlleva el peligro potencial de desencadenar una situación delicada en la península de Corea.