Los reportes al respecto surgen en medio de la escalada de la situación en Oriente Medio y de cara a las elecciones presidenciales en EE.UU.
A medida que la escalada bélica en Oriente Medio sigue aumentando, esta semana han aparecido numerosos informes, que citan fuentes militares, sobre la supuesta intención de la Casa Blanca de retirar las tropas estadounidenses de Irak y Siria. Al mismo tiempo, el Pentágono afirma que de momento no pretende hacerlo. Así pues, ahora se plantea la pregunta de si esta política se llevará realmente a la práctica.
Retirada de tropas estadounidenses de Siria: ¿a largo o a corto plazo?
El miércoles, Foreign Policy, citando a fuentes de los departamentos de Defensa y Estado, informó de la posibilidad de una retirada total de las tropas del país norteamericano asentadas en Siria, donde desde 2014 se han mantenido bajo el pretexto de luchar contra el Estado Islámico (EI) en el noreste del país.
De acuerdo con los informantes, de momento no se ha tomado ninguna decisión definitiva, pero se están llevando a cabo activas discusiones internas para determinar cómo y cuándo podría implementarse esa medida. Se señala que la administración del presidente de EE.UU., Joe Biden, ya no está interesada en mantener una misión que percibe como innecesaria.
Al mismo tiempo, el medio afirma que una eventual retirada de las tropas estadounidenses debería ser «motivo de gran preocupación». Entre otras cosas, se resalta que esa medida podría tener un «impacto catastrófico» en la influencia de Washington y sus aliados sobre la situación en el territorio sirio, y que además beneficiaría al EI.
Mientras tanto, los analistas expresan sus dudas de que las tropas estadounidenses allí desplegadas se retiren en breve, incluso a pesar de la creciente presión a la que se enfrentan desde el inicio de la guerra de Israel, cuyo principal aliado es Washington, contra la Franja de Gaza. Cabe recordar que desde el pasado mes de octubre las bases estadounidenses en Siria e Irak vienen sufriendo ataques por parte de grupos armados iraquíes y yemeníes alineados con Irán.
Ryan Bohl, analista senior de Oriente Medio y el Norte de África en la empresa de inteligencia de riesgo RANE, considera que no es de esperar que «la administración [de Biden] tome una decisión importante al respecto durante la campaña electoral». «Es posible que esto lleve a una decisión durante un segundo mandato. EE.UU. tiene interés en salir de Siria de forma sostenible, pero creo que vamos a necesitar más tiempo antes de que se haga realidad», dijo a Forbes.
Por su parte, Joshua Landis, director del Centro de Estudios sobre Oriente Medio y del Centro Familiar Farzaneh de Estudios sobre Irán y el Golfo Pérsico de la Universidad de Oklahoma, considera también que la aplicación de esa medida no debería esperarse para antes de las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre de este año. Según sus palabras, una retirada en estos momentos sería demasiado desordenada y suscitaría muchas de las críticas a la administración Biden que siguieron a la retirada de Afganistán en 2021.
Al mismo tiempo, Turquía se ha mostrado cautelosa ante las noticias de una posible retirada de tropas. «Hasta que no veamos ninguna declaración o ejecución oficial, este tipo de rumores deben tomarse con cautela«, declaró el jueves el representante de prensa del Ministerio de Defensa durante una rueda de prensa.
El apoyo de Washington a las fuerzas kurdas en el norte de Siria ha causado desde hace tiempo tensiones con Turquía. Las autoridades turcas han acusado reiteradamente a Estados Unidos de patrocinar a la rama siria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, las Fuerzas Populares de Autodefensa (considerada como organización terrorista por Ankara).
Las autoridades turcas consideran a esas organizaciones como una gran amenaza para su seguridad, y han bombardeado periódicamente a los militantes kurdos en territorio sirio desde 2015.
Retirada de las tropas estadounidenses de Irak: ¿está la pelota en el tejado de Teherán?
Este miércoles se conocieron también los planes de iniciar conversaciones para poner fin a la coalición militar internacional liderada por Estados Unidos en Irak. Reuters, citando a cuatro fuentes, informó de la intención de EE.UU. de transformar la presencia de tropas de la coalición a un formato de compromiso bilateral.
Estas informaciones llegan después que el primer ministro iraquí interviniera en el Foro Económico Mundial en Davos, donde afirmó que «cuanto antes» se retire la coalición del territorio iraquí, mejor.
Ryan Bohl cree que la situación en Irak es particularmente «delicada» porque «las fuerzas internas, en particular las alineadas con los nacionalistas y con Irán, llevan mucho tiempo pidiendo a Estados Unidos que abandone el país». En su opinión, la retirada estadounidense sólo se producirá cuando Washington decida hacerlo «unilateralmente», en lugar de verse obligado por Bagdad a marcharse.
Joel Wing, autor del blog Musings on Irak, coincide con las valoraciones de Bohl sobre las posibilidades de que las tropas estadounidenses abandonen Irak. Wing afirma que la perspectiva de una retirada de tropas este año es «altamente improbable», a menos que la situación «se agrave drásticamente».
Un experto cree que la retirada de las tropas estadounidenses reforzaría la influencia de Irán en Irak. «El gobierno actual es ya uno de los más proiraníes desde la invasión estadounidense. Pocas cosas contrarrestarán la influencia de Teherán«, concluyó Wing.
La respuesta del Pentágono
El jefe del Pentágono, Lloyd Austin, confirmó oficialmente este jueves que Estados Unidos e Irak iniciarán en breve conversaciones para sustituir la presencia militar estadounidense en ese país por compromisos bilaterales de seguridad.
Sin embargo, los representantes de la Alta Comisión Militar Iraquí-Estadounidense, que celebraron una reunión informativa el jueves, no pudieron responder a las preguntas de los periodistas sobre un calendario para la retirada de las tropas de la coalición.
También se destaca que los militares estadounidenses están en Irak por invitación del Gobierno iraquí, como parte de una operación destinada a asesorar y ayudar a las fuerzas de seguridad de ese país en su lucha contra el Estado Islámico. «Estados Unidos sigue comprometido con un Irak seguro, estable y soberano», destacó Austin.
Reelección en medio de conflictos
Los expertos indican que el presidente de EE.UU. se enfrenta «a la dura realidad» de presentarse a la reelección mientras está empantanado en dos conflictos.
La consultora demócrata Melissa DeRosa cree que «la sensación de inestabilidad causada por estos conflictos, por no hablar de las cuestiones fronterizas, jugará un papel en estas elecciones«.
Según una encuesta de RealClearPolitics realizada entre diciembre y enero, la política exterior de Biden es desaprobada por cerca del 59% de los encuestados.
La situación se complica aún más por el inquebrantable apoyo de Biden a la guerra de Israel contra Hamás, que le ha valido duras críticas de sus propios partidarios. Esas tensiones podrían golpearlo de nuevo en noviembre en estados indecisos y claves, como Michigan, que tiene una gran población árabe y musulmana y votantes jóvenes, indican analistas de AFP.