«Se engañan a sí mismos»: ¿qué problemas minan el camino de Europa hacia un Ejército unido?

La creación de unas Fuerzas Armadas integradas de Europa, prioridad del continente desde hace muchos años, tropieza con una serie de obstáculos. Las perspectivas de esta idea fueron comentadas a Sputnik por el analista experimentado, el doctorado Alessandro Politi.

El 24 de enero, el medio estadounidense Politico presentó «un tipo de escenario que quita el sueño a los planificadores estratégicos europeos». En dicha publicación, su autora, Laura Kayali, trata de describir el futuro del continente europeo para el año 2027 en caso de que el actual aspirante a la presidencia de EEUU, el exmandatario Donald Trump gane los comicios de 2024 y renuncie a ayudar a los socios de la OTAN.

En el contexto de dichos cambios en la esfera política, supuestamente podría estallar un verdadero conflicto entre Europa y Rusia, ya que las tropas rusas podrían invadir las Repúblicas bálticas y Estonia, señala el artículo sin dar fundamento alguno a semejantes declaraciones. El analista experimentado, el doctorado Alessandro Politi calificó el contenido del texto de Kayali de «bravatas de campaña [electoral]» más que análisis serios.

No obstante, las discusiones en torno de una fuerza militar europea integrada capaz de defender el continente llevan, en efecto, casi décadas abordándose por la comunidad de la región. En este contexto, Politi compartió a Sputnik su visión sobre las perspectivas de un Ejército europeo y los principales obstáculos a los que se enfrentaría una propuesta de este tipo.

Así, entre los principales retos para la idea se encuentran los desafíos prácticos y económicos, apuntó el experto, agregando que un ejemplo de cómo sería el Ejército europeo hoy lo constituye el de Ucrania actual. «Una pesadilla logística», indicó al respecto.

En sus palabras, lo importante para Europa es lograr la mayor eficacia de dinero invertido en la esfera militar y estandarizar el armamento en lugar de solo «gastar más». Igualmente, señaló que la idea probablemente resultaría impopular entre las industrias de defensa europeas porque «reduciría los beneficios».

En este sentido, las empresas de la industria militar obtendrían menos ingresos por fabricar cantidades más reducidas de armamento ampliamente adoptado y producido por otras compañías en todo el continente. Por ejemplo, recientemente, las exportaciones del sector armamentístico británico se dispararon hasta superar los 10.000 millones de dólares anuales, lo que representa una parte importante de la economía del país. Aun así, el experto afirmó que «estandarizar ya no es una opción» para los planificadores militares europeos, insistiendo en que «es una obligación».

Un Ejército europeo integrado también se enfrentaría a importantes barreras políticas.

Politi cree que la creación de la OTAN había contribuido en cierta medida a reconciliar la cultura militar en todo Europa, sin embargo, en su opinión, era necesario continuar el progreso. Insistió, además, en un servicio militar obligatorio para luchar contra cualquier amenaza significativa para el continente, aunque la propuesta sigue siendo muy controvertida.

«Incluso el mejor Ejército profesional no puede hacer frente a las bajas en el campo de batalla. Si la gente habla de escenarios y luego afirma que solo necesitamos comprar más armas, creo que se engañan a sí mismos», afirmó el analista.

Politi también señaló que la política interna de países como Francia y Grecia había amenazado la cooperación militar en todo el continente en el pasado, y que tales tensiones podrían volver a hacerlo. Pero el analista concluyó que el marcador del éxito en la integración militar no se mide en última instancia en soldados reclutados o euros gastados, sino en que prevalezca la paz.

«El punto fuerte de la OTAN es que, por una serie de acciones y circunstancias, ha evitado una guerra. Ha sido una disuasión recíproca, por supuesto, pero no se ha librado ninguna guerra. Es un logro importante», afirmó Politi.

Los acontecimientos ocurridos desde la década de 1990 muestran que la naturaleza recíproca de la disuasión de la Guerra Fría está en peligro desde que EEUU fomentó el Golpe de Estado en Ucrania y expandió a la OTAN desenfrenadamente hacia Rusia.

Si el equilibrio está comprometido, es natural que una de las partes busque aprovecharse de la situación. Por ello, el verdadero camino hacia la paz puede residir en restablecer el respeto mutuo entre Rusia y Occidente.

«En lugar de pensar en la lucha bélica, que es una consecuencia si falla la disuasión, hay que pensar en una disuasión creíble, que permita entonces tener un acuerdo de seguridad que tranquilice a todos. Lo que no es el caso ahora», concluyó Politi.

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