PARÍS — Los participantes de las protestas agrícolas en Francia saquearon la tienda Leclerc Drive en el sur de la comuna de Clermont-L’Herault y destruyeron la zona de estacionamiento adyacente, informó la emisora ‘Franceinfo’.
«En medio de este llamado a la calma, la acción sigue en Clermont-L’Herault contra la tienda Leclerc Drive. Saquearon la tienda y destruyeron el aparcamiento», aseguró el medio.
Un video publicado en el sitio web de la emisora muestra que el pavimento asfáltico está dañado, y se puede apreciar cómo un vehículo similar a un tractor destruye el estacionamiento.
El 25 de enero, los agricultores franceses, según los medios, anunciaron su intención de bloquear el 26 de enero las carreteras de París en protesta contra la política agrícola de las autoridades, para extender las manifestaciones que se llevan a cabo en todo el país a la zona de la capital.
La Federación Departamental de Sindicatos de Productores Agrícolas (FDSEA) y el sindicato Jeunes agriculteurs, las principales organizaciones de defensa de los derechos de los agricultores, pidieron que se bloquearan las carreteras de entrada y salida de la urbe.
El operador de carreteras francés Vinci publicó la víspera en su sitio web un mapa interactivo donde se ven muchos tramos marcados en negro, se trata de lugares bloqueados por agricultores y advertencias de manifestaciones. Así, a varias decenas de kilómetros de París ayer ya había carreteras bloqueadas.
Francia registra en las últimas semanas un aumento de las protestas de los agricultores. Desde el 18 de enero, bloquean carreteras clave con tractores, pajares, o incluso con montículos de estiércol. Las carreteras están bloqueadas en los alrededores de ciudades importantes como Toulouse, Estrasburgo, Lion y Burdeos.
La Federación Nacional de Sindicatos Agrícolas de Francia anunció una extensión indefinida de las acciones, que a finales de semana abarcarán 85 de los 96 departamentos del país.
Los agricultores exigen que se reconozca la importancia de su profesión y denuncian la política agrícola del Gobierno que, en su opinión, los hace poco competitivos.
En particular, ellos se oponen a la importación de productos agrícolas, las restricciones al uso del agua para el riego, el aumento del costo del combustible diésel, así como las medidas restrictivas para proteger el medioambiente y el aumento de la carga financiera sobre la producción.