Occidente usa la «guerra de información» contra Rusia para justificar sus acciones en Ucrania

Las afirmaciones desde algunos países occidentales acerca de que Rusia planea atacar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es una guerra de información para justificar la actual ‘guerra proxy’ que aplica Occidente contra Moscú , dijo a Sputnik el director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR), Serguéi Narishkin.

«Se trata, en efecto, de una guerra de información emprendida por el bloque occidental contra Rusia y la población de sus propios países para justificar la actual agresión híbrida de Occidente contra Rusia», sostuvo Narishkin.

Sus declaraciones se dan luego de que el diario alemán Bild informara que tenía en su poder un «documento secreto» elaborado presuntamente por las Fuerzas Armadas alemanas, en el que se afirma que Moscú tiene planes para supuestamente atacar el flanco oriental de la OTAN tras el éxito de sus tropas frente a la fallida contraofensiva ucraniana lanzada en el verano pasado.

Las acusaciones fueron negadas categóricamente por el Kremlin, argumentando que en Estados Unidos y en Europa circulan informaciones que solo buscan difamar a Rusia sin prueba alguna.

En cambio, la propia Alianza atlántica reconoció el 20 de enero pasado que Rusia es una amenaza para el bloque «Consideramos a Rusia una amenaza para la OTAN», sostuvo el jefe del Comité Militar de la organización, Rob Bauer, quien equiparó el supuesto nivel de peligrosidad de Moscú con el de los grupos terroristas.

Y aunque la OTAN insiste en que es un bloque exclusivamente defensivo, su postura en el conflicto ucraniano ha sido firme: armar a Kiev con miles de millones de dólares y dotar adiestramiento a las tropas de Zelenski, algo que Rusia ha calificado como un aliciente de la crisis en Europa del Este.

De hecho, el bloque militar liderado por Estados Unidos actualmente lleva a cabo su mayor ejercicio militar “en décadas”, como reconoció la propia organización.

Estos ejercicios durarán meses y contarán con la participación de más de 90.000 soldados de diferentes países. Se trata del mayor ejercicio de la OTAN desde 1988, poco antes de la caída de la Unión Soviética, en momentos en que el conflicto en Ucrania va para su segundo año, con las tropas de Zelenski estancadas frente a las fuerzas rusas a pesar de todo el apoyo que han recibido de la Alianza.

Las provocaciones de Kiev tendrán efectos «a muy corto plazo»
El director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR), Serguéi Narishkin, también advirtió que, «ahora que Occidente lleva las de perder en Ucrania, es muy probable que realice provocaciones de todo tipo».

Esas provocaciones, a su juicio, «tendrán efecto a muy corto plazo, pues los secretos y las mentiras tardan poco en salir a la luz en el mundo de hoy».

Narishkin no duda de que «Estados Unidos, el Reino Unido y sus aliados están dispuestos a recurrir a las provocaciones más viles para cambiar la evolución de los acontecimientos a su favor».

«Baste con recordar el derribo de un Boeing malasio por el ejército ucraniano o la repugnante provocación en Bucha, de la que intentaron culpar a Rusia», dijo.

El jefe de la inteligencia rusa mencionó además «un ataque con misiles contra la estación ferroviaria de Kramatorsk, en abril de 2022, de la que Occidente culpó inmediatamente culpó a Rusia, a pesar de que muy pronto quedó claro que ese misil pertenecía a las Fuerzas Armadas de Ucrania», así como el apoyo occidental a los ataques de la artillería ucraniana contra la central nuclear de Zaporozhie.

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