KISHINEV – La ministra moldava de Defensa, Anatolie Nosatii, desmintió el miércoles las informaciones de los medios de comunicación según las cuales los aviones de combate F-16 que Occidente enviará a Ucrania tendrán su base en el territorio de Moldavia.
Los medios moldavos y los canales de noticias Telegram informaron anteriormente que los F-16 estadounidenses que se entregarán a Ucrania en el futuro tendrían su base en la base aérea de Marculesti, en el norte de la república.
«Esta información de que los F-16 estarían estacionados en el territorio de la república es inexacta y su objetivo es desacreditar al Ministerio de Defensa [moldavo]. Condeno y desestimo estas mentiras. El ejército nacional actúa de acuerdo con los planes aprobados y lleva a cabo actividades en el país y en el extranjero para fortalecer la capacidad de defensa del país y desarrollar las capacidades necesarias para poder actuar en cualquier situación de crisis. Insto a los ciudadanos y a los medios de comunicación a obtener información de fuentes creíbles», dijo Nosatii en una sesión informativa del gobierno.
A mediados de enero, el Ministro de Defensa rumano, Angel Tilvar, y su homólogo ucraniano, Rustem Umerov, discutieron la cooperación en el entrenamiento de pilotos ucranianos y rumanos para volar F-16 a través de teleconferencia.
Rumania recibió los primeros cinco F-16 para formación de pilotos de los Países Bajos en noviembre de 2023.
Los países occidentales han estado proporcionando ayuda militar a Ucrania desde el inicio de la operación militar especial de Rusia en febrero de 2022. El apoyo evolucionó desde municiones de artillería más ligeras y entrenamiento hasta armas más pesadas, incluidos tanques y aviones. En julio pasado, se formó una coalición internacional para proporcionar a los pilotos ucranianos entrenamiento para volar F-16, los aviones de combate de su elección, encabezada por Dinamarca y los Países Bajos.
Los funcionarios rusos han expresado repetidamente su preocupación de que las armas suministradas a Ucrania terminen en el mercado negro y caigan en manos de terroristas u organizaciones criminales, poniendo así en peligro la seguridad de toda Europa y aumentando el riesgo de un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN.