El máximo responsable del Estado Mayor aboga por crear una fuerza ciudadana con la ayuda del Ejército, un punto de vista que el Gobierno no ha tardado en rechazar.
El jefe del Estado Mayor del Reino Unido, Patrick Sanders, declaró este miércoles que los ciudadanos británicos deberían prepararse para ser capaces de luchar en una posible guerra terrestre.
De acuerdo con sus palabras, cualquier conflicto tendría que considerarse como «una empresa de toda la nación«. En este contexto, Sanders insistió en la importancia de «movilizar» a los ciudadanos. «Tomar medidas preparatorias para permitir poner a nuestras sociedades en pie de guerra cuando sea necesario ahora no es solo deseable sino esencial», aseveró el general.
«Dentro de los próximos tres años, debe ser creíble hablar de un Ejército británico de 120.000 efectivos, incorporando nuestra reserva y nuestra reserva estratégica. Pero esto no es suficiente«, remarcó.
«Necesitamos un Ejército diseñado para expandirse rápidamente para habilitar el primer escalón, dotar de recursos al segundo escalón y entrenar y equipar al ejército ciudadano que debe seguir», argumentó Sanders.
El general sostuvo que los británicos «no seremos inmunes y, como generación de antes de la guerra, debemos prepararnos de manera similar, y esa es una tarea de toda la nación». «Debemos ser capaces de luchar y ganar guerras en tierra de manera creíble«, agregó.
¿Qué dice Londres?
Esta misma jornada, el portavoz oficial del primer ministro del país, Rishi Sunak, manifestó que Londres no estaba de acuerdo con las palabras de Sanders. Según aseguró, el Reino Unido no pensaba incorporar el servicio militar obligatorio y reclutar a los ciudadanos.
«No hay ninguna sugerencia al respecto. El Gobierno no tiene intención de seguir adelante con eso. El Ejército británico tiene la orgullosa tradición de ser una fuerza voluntaria. No hay planes para cambiar eso», dijo.
Asimismo, el vocero afirmó que, en su opinión, «este tipo de escenarios hipotéticos, hablar de un conflicto, no ayudan y no creo que sea correcto abordarlos«, agregando que el Gobierno británico había invertido «sumas significativas en nuestras Fuerzas Armadas».