«El motor actual de la economía mundial está plantado en los BRICS», aseguró el ex embajador argentino en Caracas, Óscar Laborde. Por ello, calificó de errónea la decisión del Gobierno de Javier Milei de no ingresar al bloque de economías emergentes.
La resolución de no integrarse al grupo BRICS, confirmada oficialmente por el presidente Javier Milei a finales de diciembre pasado, continúa generando polémica en la política nacional.
La determinación del actual ejecutivo argentino, a contramano del camino emprendido por la administración de Alberto Fernández (2019-2023), ha motivado, entre otras respuestas, un pedido de informes por parte de diputados opositores.
En esta demanda de explicaciones presentada por el excanciller y actual diputado Santiago Cafiero, junto con legisladores de Unión por la Patria, se exige al presidente Milei que fundamente su decisión, la cual ocasionará un «daño», aseguran, «en las economías regionales al generar nuevas disputas con nuestros principales socios comerciales».
En diálogo con Sputnik, el exembajador de Buenos Aires en Caracas, Óscar Laborde evaluó la decisión del Gobierno argentino de rechazar el ingreso al bloque de economías emergentes.
«Es un gravísimo error —a pesar de toda la justificación ideológica que le da Javier Milei—, como país, como nación, porque efectivamente el motor actual de la economía mundial está plantado en los BRICS», indicó Laborde.
El grupo de los BRICS —integrado originalmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica—, decidió ampliarse en agosto de 2023. Por ello, invitaron a seis países a sumarse como nuevos miembros plenos del bloque, a partir del 1 de enero de 2024: Argentina, Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.
El entonces presidente argentino, Alberto Fernández, celebró la invitación a sumarse al grupo, ya que representaba una oportunidad para el fortalecimiento del país sudamericano, con la posibilidad de acceder a nuevos mercados y consolidar otros preexistentes, además de nuevas inversiones. Fernández señaló, asimismo, la relevancia de los BRICS en el contexto global, dado su carácter de «referente geopolítico y financiero».
«El futuro es el Sur Global. De Occidente podemos esperar poco», afirmó Laborde. En este sentido, explicó la relevancia que tienen los BRICS en el contexto internacional, contrapuestos con un «Occidente en crisis, una Europa en guerra», y con EEUU sumido en su propia crisis, en un año elecciones presidenciales.
«Por el otro lado, tenemos la articulación de una serie de países que tienen diferencias políticas e incluso ideológicas, pero que comprenden que países con proyección, con futuro, con posibilidades, tienen que agruparse: eso es el BRICS», consideró el exdiplomático.
Ante la determinación argentina, el portavoz del Kremlin, Dmitiri Peskov, aseguró que Rusia lamenta, pero respeta la decisión tomada por el ejecutivo argentino de no incorporarse a la alianza económica Por otra parte, el vocero destacó que son varios los países que, por el contrario, «consideran que la trayectoria hacia la membresía de los BRICS es de interés nacional».
Laborde explicó son 30 los países que desean integrarse a «este selecto grupo, que solamente puede ayudar a los que se incorporan».
«Porque tienen un banco [Nuevo Banco de Desarrollo (NDB)] dispuesto a hacer préstamos millonarios a estos países que ingresan, o que están, para el desarrollo, porque naturalmente al estar funcionando con las economías que integran al BRICS siempre es muy factible poder intercambiar», añadió.
Ante este panorama, el exembajador lamentó la decisión argentina. «Incomprensiblemente para la mayoría, el Gobierno de Milei le dice que no» a la alianza de países emergentes.
«Y eso se justifica exclusivamente con una dependencia ideológica increíble con Israel y con los EEUU», indicó Laborde, en referencia al alineamiento diplomático del actual mandatario argentino, planteado ya desde la campaña electoral.
«Esa dependencia es un condicional porque nada nos da EEUU, y menos Israel, que pueda compensar el problema que tendremos al no ingresar al BRICS», afirmó.
Asimismo, el entrevistado lamentó que, ante la posibilidad de abrir nuevos mercados y reforzar los existentes que implicaba el ingreso al grupo, con la determinación de Milei «se acortan las posibilidades de exportar».
Desde antes de asumir la jefatura de Estado, Milei se mostró también contrario a sostener lazos de cooperación con China y Brasil, sus principales socios comerciales. De hecho, en los primeros nueve meses de 2023, el país vecino recibió productos argentinos por 8.900 millones de dólares, al tiempo que exportó bienes por 14.100 millones de dólares.
China, por su parte, vendió al país austral bienes por 11.000 millones de dólares y compró productos argentinos por 3.960 millones de dólares.
«Se dijo que no se iba a comerciar con China. En la campaña lo dijo Javier Milei, porque era un ‘país comunista’. Luego trató de corregir diciendo ‘que lo hagan entre los privados’.
Pero con China no se trabaja exclusivamente con los privados: si primero no hay un acuerdo con el Estado nacional o con las provincias, que es donde en general se acuerdan los intercambios comerciales, no funciona. Es un desconocimiento —o una hipocresía— muy grande de cómo funciona el comercio internacional», estimó Laborde.
El también director del Instituto de Estudios de América Latina lamentó que los comentarios de la canciller argentina Diana Mondino sobre la independencia de Taiwán, contrariando el principio de una sola China defendido por Pekín, hayan determinado que China tomara la decisión de suspender el swap [intercambio] de divisas, por 6.500 millones de dólares, que resultaban vitales ante el vencimiento de un pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Con Brasil, nuestro primer socio, lo mismo», denunció el exdiplomático. En campaña, Milei, además de hablar de un posible rompimiento de relaciones con Brasil, acusó a Lula de «comunista y corrupto». Esto motivó que el mandatario brasileño no se presentara a la toma de mando de su par argentino, en diciembre pasado.
«El debilitamiento que se hizo para con [el presidente brasileño] Lula da Silva es muy grave porque es el que puede en la región encabezar la representación de un polo en un mundo multipolar», aseguró Laborde.
Estas «acciones provocativas, inconducentes, que no tienen ninguna compensación, nos están dejando en un lugar del ridículo», agregó.
«Lamentablemente, ya se está haciendo un daño irreparable. Trataremos, los que tenemos el rol ahora de ser opositores, de insistir que el daño no se expanda», concluyó Laborde.