PEKÍN — El portavoz del Ministerio de Defensa de China, Wu Qian, calificó a la OTAN como una «máquina de guerra andante» que esparce el caos por donde va. Además, agregó que China siempre aspirará a reunirse pacíficamente con Taiwán, pero tomará medidas decisivas si los separatistas taiwaneses cruzan las «líneas rojas».
«La OTAN es una máquina de guerra andante que lleva el caos ahí donde aparece», afirmó el portavoz de la institución, Wu Qian, en una comparecencia ante la prensa.
El funcionario comentó así las recientes declaraciones del secretario general de la OTAN, el bloque bélico que lidera Estados Unidos, Jens Stoltenberg, en las que afirmó que no era la OTAN la que se acercaba a Asia, sino que China se aproximaba a África y al Ártico, zonas que tenían gran significado para la seguridad de esa organización militar.
Wu llamó a Stoltenberg a dejar de fabricar mentiras y parar los actos peligrosos de la OTAN que generan caos en la región Asia-Pacífico. El vocero del Ministerio de Defensa chino advirtió que el bloque bélico occidental continúa acercándose a Asia-Pacífico asustando a los países de la región con la inexistente «amenaza china».
La OTAN, enfatizó el funcionario, amenaza ahora la seguridad regional en Asia-Pacífico y es que desde su formación ha desatado guerras en el mundo.
China asegura que tomará medidas si los separatistas de Taiwán cruzan «líneas rojas»
China siempre aspirará a reunirse pacíficamente con Taiwán, pero tomará medidas decisivas si los separatistas taiwaneses cruzan las «líneas rojas», indicó Wu Qian.
«Taiwán es una parte sagrada e inalienable de China, el asunto taiwanés sigue siendo uno de los intereses clave de la RPCh. Estamos dispuestos firmemente a desarrollar los máximos esfuerzos, aspirando con sinceridad a lograr una pacífica reunificación», señaló.
«Pero si las fuerzas separatistas organizan provocaciones o cruzan líneas rojas», nos veremos obligados a tomas medidas decisivas para defender la soberanía nacional y la integridad territorial», agregó.
La tensión entre China y Taiwán se agravó tras la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la isla en agosto de 2022, efectuada pese a las protestas de Pekín, que vio en ese viaje un apoyo de Washington al separatismo taiwanés y organizó ejercicios militares de gran escala.
Las relaciones oficiales entre el Gobierno central de la República Popular China y su provincia insular de Taiwán se rompieron en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista Kuomintang, encabezado por Chiang Kai-shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista y se trasladaran a ese archipiélago.
Las relaciones entre Taipei y Pekín se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980. En la década del 90 las partes empezaron a contactar también a través de oenegés.