El Gobierno venezolano considera que la Administración de Joe Bidel «ha perdido la brújula moral».
El Gobierno de Venezuela afirmó que EE.UU. «ha perdido la brújula moral«, luego de que el Departamento de Estado de EE.UU. expresara su «profunda preocupación» por los arrestos ocurridos tras la desactivación de cinco planes conspirativos, que buscaban alterar el orden constitucional en el país suramericano y asesinar al presidente Nicolás Maduro.
En un escrito emitido por la Cancillería venezolana, se tilda de «cínico comunicado» el texto divulgado por el Departamento de Estado, en el que se asevera que las detenciones «sin el debido proceso van en contra del espíritu» de los acuerdos de Barbados, consignados en octubre pasado entre el Gobierno venezolano y la Plataforma Unitaria, que agrupa a un sector de la oposición.
Un total de 32 personas fueron detenidas en Venezuela por presuntamente estar involucradas en por lo menos cinco planes conspirativos, que tenían como objetivo los asesinatos del mandatario, del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, del gobernador del Táchira, Freddy Bernal, entre otros líderes y funcionarios gubernamentales.
«EE.UU. fomenta la violencia en Venezuela»
En su respuesta oficial, Caracas reafirmó que con la desarticulación de estos planes, en los que tendrían participación la CIA, la DEA y funcionarios de inteligencia del Ejército de Colombia, se desactivaron una serie de «operaciones terroristas que buscaban desestabilizar el país y sembrar hechos de violencia».
En el texto, Venezuela cuestiona el doble rasero de la Casa Blanca frente a estos hechos, debido a que por un lado «pretende condenarla» por «tomar acciones en el marco de la Constitución y las leyes para preservar la paz», y por el otro, «arresta a manifestantes verdaderamente pacíficos contra el genocidio en Gaza y pretende cercenar su libertad de expresión».
«Con tal falta de coherencia, no sorprende que Washington abogue a favor de los artífices de las operaciones terroristas frustradas en Venezuela y que incluso les brinde su posicionamiento cómplice», dice el comunicado.
El país suramericano señala que al defender las acciones desestabilizadoras se «fomenta la violencia», lo que «atenta contra el normal desarrollo del proceso electoral de 2024».
Finalmente, el Gobierno venezolano afirma que «a pesar de las amenazas, el intervencionismo evidente y el chantaje imperialista», las presidenciales se desarrollarán «con garantías de paz».