Tras cerrar este martes un contrato de 1.200 millones de dólares para la compra de munición de artillería de 155 mm, el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, subrayó que el conflicto en Ucrania «se ha convertido en una batalla por las municiones».
Ante la escasez de suministros, el Ejército de Ucrania se ve obligado a racionar municiones mientras las fuerzas rusas intensifican sus ataques, dijeron a Financial Times militares ucranianos que están en la línea del frente. «De hecho, realmente no hay suficiente munición», cita el periódico a un alto oficial de una brigada de artillería ucraniana.
En las últimas semanas, las fuerzas de Ucrania han pasado a disparar 2.000 proyectiles por día en comparación con los 8.000 proyectiles diarios del pasado verano, cuando empezó la fallida contraofensiva de Kiev, indica el medio con referencia a un comandante de pelotón ucraniano.
Estas noticias desde el frente aparecen mientras el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, busca obtener más ayuda financiera y militar de Occidente. Así, este 23 de enero, la OTAN cerró un contrato de 1.200 millones de dólares para la compra de munición de artillería de 155 mm. De acuerdo con el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, «esto permitirá a la OTAN proteger a los aliados, así como seguir ayudando a Ucrania«.
En este contexto, Stoltenberg subrayó que el conflicto en Ucrania «se ha convertido en una batalla por las municiones, por lo que es importante que los aliados repongan sus propias reservas, mientras seguimos apoyando a Ucrania».