Los granjeros de Francia llevan varios días manifestando su descontento con las políticas del Gobierno de Emmanuel Macron y de la Unión Europea sobre el sector agrícola.
Agricultores se concentraron este martes frente a la sede administrativa del departamento de Lot y Garona, en la ciudad de Agen (sur de Francia), en el marco de las protestas de los trabajadores del sector agrícola en el país.
En videos que circulan en las redes sociales se puede ver a tractores dejando tripas, estiércol y otros desechos a las puertas del edificio, los cuales fueron acumulados en montículos. Asimismo, se colocó una pancarta en el lugar con el mensaje: «No moriremos en silencio».
Los granjeros franceses llevan varios días manifestando su descontento con las políticas del Gobierno de Emmanuel Macron y de la Unión Europea (UE) sobre el sector agrícola mediante el bloqueo de carreteras.
Desde el jueves por la noche, decenas de tractores interrumpieron el tráfico en la autopista A64, que conecta la ciudad de Toulouse (en el sur) con Bayona (en el suroeste). Este lunes, se cerraron las rutas que conducen a la central nuclear de Golfech, al norte de Toulouse. Asimismo, los protestantes también arrojaron neumáticos y estiércol en las vías del tren a la entrada de la estación de la mencionada Agen.
Descontento generalizado
Las protestas comenzaron debido a los altos impuestos sobre el combustible para tractores, las importaciones baratas de productos de fuera de la UE, el encarecimiento de la energía en un contexto inflacionario y la excesiva burocracia tanto a nivel nacional como comunitario, entre otras causas.
Si bien por el momento las manifestaciones están localizadas en la sureña región de Occitania, el Gobierno francés teme que se extiendan al resto del país, al igual que ocurrió en Países Bajos, Rumanía, Polonia o Alemania, donde el sector agrícola multiplicó sus acciones contra el llamado Pacto Verde Europeo y el aumento de tasas.
En ese contexto, AFP señala que la competencia de las importaciones ucranianas, así como los acuerdos comerciales como el negociado entre la UE y el Mercosur, también alimentan el malestar de los granjeros.