El jefe del Estado alemán, Olaf Scholz, pidió contabilizar y comparar las entregas militares. Además, protestó y denunció que «las entregas de armas a Ucrania previstas hasta ahora por la mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea son demasiado pequeñas».
Bruselas, fiscalizador
En una suerte de Gestapo del siglo XXI trabajando en favor de Kiev, y ante la exigencia berlinesa, Bruselas se puso manos a la obra y está ejecutando una auditoría de la cantidad de armamento que los Estados miembro de la Unión Europea dan a Ucrania desde febrero de 2022, en respuesta a las afirmaciones de que algunas capitales no han enviado todo lo que podían.
Es sabido que la ayuda militar y financiera de Occidente ha caído drásticamente. Algo que, según entiende Berlín, ha restringido la capacidad de Kiev para defenderse y lanzar operaciones contraofensivas.
Apuntan a que esto ha generado preocupación acerca de que la voluntad de ayudar a Ucrania esté decayendo, tras casi dos años de conflicto.
“Creo que, en el caso de los países europeos, todas estas políticas están dañando gravemente su economía, tanto por las sanciones a Rusia, que resulta, parece ser, que están dañando más a la economía de los países de la UE que a la propia Rusia, como simplemente por la enorme cantidad de dinero, la enorme inversión que se ha hecho, y cuyos resultados son muy malos”, subraya el director de las revistas Nihil Obstat y La Emboscadura, Josep Alsina.