La respuesta israelí a los ataques de Hamás del 7 de octubre deja ya más de 24.000 palestinos muertos, entre ellos más de 10.000 niños.
El pueblo israelí no es capaz de pensar en un proceso de paz con los palestinos en estos momentos, declaró el presidente del país hebreo, Isaac Herzog, el jueves en el Foro Económico Mundial celebrado en la ciudad suiza de Davos, informó The Times of Israel.
«Si se pregunta ahora a un israelí medio por su estado mental, nadie en su sano juicio está dispuesto ahora a pensar en cuál será la solución de los acuerdos de paz», afirmó. «Porque todo el mundo quiere saber: ¿se nos puede prometer seguridad real en el futuro?», agregó. Tras el ataque sin precedentes perpetrado por Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, «todo israelí quiere saber que no será atacado del mismo modo desde el norte, el sur o el este», aseveró Herzog.
«Israel ha perdido la confianza en los procesos de paz porque ve que nuestros vecinos glorifican el terror», dijo. El presidente también subrayó que «la guerra no es solo entre Israel y Hamás». «El mundo tiene que afrontarlo sin rodeos: Hay un imperio del mal que emana de Irán«, señaló. Herzog reiteró que Hamás debe ser eliminado para «permitir un futuro mejor para los palestinos». También pidió que se uniera «una coalición muy fuerte» para hacer frente a «Irán y sus proxys».
Al mismo tiempo, el mandatario señaló que la normalización de los lazos entre Israel y Arabia Saudita sería un elemento clave para poner fin a la guerra. Herzog también acusó al mundo de «no importarle un bledo» las víctimas del «terrorismo» de Hamás en los años anteriores al 7 de octubre.
El miércoles, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó en Davos que Israel no puede alcanzar una «auténtica seguridad» sin una vía hacia la creación de un Estado palestino, insistiendo en que tal medida podría contribuir a unificar Oriente Próximo.
La respuesta israelí a los ataques de Hamás del 7 de octubre deja ya más de 24.000 palestinos muertos, entre ellos más de 10.000 niños.
Mientras tanto, crece la preocupación mundial por la posible extensión del conflicto a toda la región, sacudida por los ataques de los hutíes en el mar Rojo y las medidas de represalia de EE.UU. y sus aliados contra las instalaciones de los rebeldes en Yemen. Irán y Pakistán también han intercambiado en los últimos días una serie de ataques contra lo que ambos países califican como grupos «terroristas», creando un nuevo foco de tensión en Oriente Medio.