El bombardeo ruso a mercenarios franceses en Járkov demuestra el papel activo de Francia en Ucrania

La gran concentración de franceses armados en la segunda ciudad de Ucrania reafirma la información de Sputnik sobre la poco publicitada participación de Francia en la guerra subsidiaria de la OTAN contra Rusia.

El Ejército ruso bombardeó el 16 de enero por la noche a un punto de despliegue temporal utilizado por mercenarios extranjeros en Járkov, arrasando por completo el edificio que los albergaba. Más de 60 de ellos fueron eliminados, la mayoría de ellos de nacionalidad francesa, y otros 20 fueron heridos.

Este ataque demuestra la creciente implicación francesa en el conflicto ucraniano, ya que Francia es uno de los pocos países que permiten a sus ciudadanos servir libremente en las fuerzas mercenarias de voluntarios de la Legión Internacional ucraniana, a pesar de haber prohibido anteriormente a sus ciudadanos luchar para grupos militantes extranjeros como el ISIS*.

Sputnik ha seguido de cerca la participación francesa en la crisis de Ucrania desde antes de su escalada de un conflicto civil en Donbás a una plena guerra de poderes de la OTAN contra Rusia. En octubre pasado, por ejemplo, Sputnik reveló detalles exclusivos sobre los presuntos contactos de un agente de inteligencia francés en Kiev con mercenarios durante la primera mitad de 2020.

El oficial francés de la Dirección de Inteligencia Militar y de la Dirección General de Seguridad Exterior, Arnaud Helly, estuvo sobre el terreno en Kiev entre enero y mayo de 2020 para una misión misteriosa, alquilando viviendas a unos 800 metros de un popular punto de congregación de mercenarios.

El espía, del que también se sabía que había participado en misiones en Rusia, Armenia y Georgia, recibió la Orden Nacional del Mérito por sus servicios en octubre de 2020, y fue ascendido a teniente coronel en diciembre de 2021.

Esto ocurrió poco antes de que Rusia pusiera en marcha su operación militar para adelantarse a los planes de Kiev de lanzar una nueva agresión en Donbás y a los esfuerzos de Washington por arrastrar a Ucrania a la OTAN.

El expresidente francés, Francois Hollande, insinuó el papel infravalorado de París en el entrenamiento y equipamiento de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el periodo previo a la crisis en una entrevista con medios ucranianos a finales de 2022, afirmando que el Ejército ucraniano de 2014 era irreconocible comparado con el de 2022 gracias al acuerdo de paz de Minsk, que Francia firmó.

Las autoridades rusas esperaban que Minsk resolviera la crisis ucraniana, pero las revelaciones de Hollande confirmaron las declaraciones del expresidente de Ucrania y de la excanciller alemana, Angela Merkel, de que Kiev nunca tuvo intención de aplicar el acuerdo de paz, y que estos se utilizaron para ganar tiempo para armar a Ucrania.

Francia fue uno de los primeros países en comenzar a armar a Ucrania en preparación para el conflicto, entregando más de 1.600 millones de euros (1.700 millones de dólares estadounidenses) en ayuda militar solo entre 2014 y 2020, incluidos aviones no tripulados, helicópteros, sistemas de puntería y control de tiro, munición y otros tipos de apoyo. Desde la escalada de la crisis, París ha aumentado aún más las entregas, con compromisos que superan los 3.200 millones de euros (3.500 millones de dólares) para armar y entrenar a las fuerzas de Ucrania, y entregas que incluyen artillería pesada y morteros, vehículos blindados, armas pequeñas, minas y misiles de crucero SCALP, que el Ejército ucraniano ha utilizado libremente para bombardear las ciudades de Donbás.

El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció el 16 de enero que París proporcionaría a Kiev 40 misiles SCALP adicionales y «varios cientos» de bombas, e insinuó un marco de «economía de guerra» de la industria francesa para aumentar las entregas de armas y municiones. Macron también planea firmar un «pacto de seguridad» bilateral con el presidente Volodímir Zelenski durante una visita a Kiev el próximo mes de febrero.

No obstante, los legisladores franceses se quejaron en un proyecto de informe a mediados de enero de que la munición de Ucrania se estaba agotando a un ritmo más rápido de lo que París u otras potencias de la OTAN podrían esperar para reabastecerla. Washington ha presionado a París, Londres y Berlín para que asuman un papel más activo en la financiación del conflicto de Ucrania en los últimos dos meses, en medio del estancamiento en el Congreso de un paquete de ayuda estadounidense de 61.000 millones de dólares.

El Reino Unido prometió 3.000 millones de euros (3.250 millones de dólares) de ayuda en los próximos dos años, mientras que Alemania ha prometido unos 8.000 millones de euros (8.700 millones de dólares) de ayuda hasta 2024. La ayuda es muy inferior a los 200.000 millones de dólares que Estados Unidos y sus aliados destinaron a la crisis ucraniana entre 2022 y 2023, lo que podría indicar el agotamiento de la alianza tras llevar a Ucrania al borde de la ruina en su fallido intento de «debilitar militarmente a Rusia».

*Grupo terrorista ISIS, autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países.

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