La Casa Blanca y los republicanos de la Cámara de Representantes han estado estancados en discusiones sobre un paquete que incluye más de 60.000 millones de dólares para Ucrania.
Los soldados de las Fuerzas Armadas de Ucrania lucharán con palas si los países occidentales dejan de suministrar armas a Kiev, afirmó el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmitri Kuleba, en una entrevista con ABC News.
El alto funcionario advirtió que «se está acabando el tiempo» para que el Congreso estadounidense termine de aprobar el nuevo paquete de ayuda para Ucrania. Kuleba destacó que esa asistencia financiera contribuiría a evitar una confrontación directa entre la OTAN y Rusia, en la que EE.UU. acabaría teniendo que intervenir.
En ese orden, señaló que «sea cual fuere el precio de apoyar a Ucrania ahora, el precio de arreglar el desaguisado en el mundo si Ucrania pierde será mucho pero mucho más alto». «Si Occidente no es capaz de detener a Rusia en Ucrania, ¿a quién más es capaz de detener en otras partes del mundo?», preguntó Kuleba.
«Aunque nos quedemos sin armas: lucharemos con palas«, añadió al aseverar que «lo que está en juego aquí, para Ucrania, es la existencia de esta nación». Al mismo tiempo, el diplomático admitió que los militares rusos «aprendieron la lección» y ahora están «mucho mejor adaptados«.
La asistencia militar y financiera que Ucrania recibía de manera regular de sus aliados occidentales ha disminuido drásticamente desde el fracaso de su contraofensiva estival. Así, un paquete de más de 60.000 millones de dólares de financiación sigue paralizado en EE.UU. debido a divisiones políticas, y otro de más de 50.000 millones de euros (55.000 millones de dólares) está aún sin aprobar en la Unión Europea.