MOSCÚ — Las milicias hutíes que controlan gran parte de Yemen lanzaron un misil contra un destructor estadounidense de la clase Arleigh Burke que se encontraba en el sur del mar Rojo el 14 de enero, informó el Mando Central de Estados Unidos (Centcom).
«El 14 de enero, aproximadamente a las 16:45 p.m. [hora de Saná, GMT+3], se disparó un misil de crucero antibuque desde zonas de milicias hutíes de Yemen respaldadas por Irán hacia el USS Laboon [DDG 58], que estaba operando en el sur del mar Rojo. El misil fue derribado en las proximidades de la costa de Hodeida por aviones de combate estadounidenses. No se reportaron heridos ni daños», publicó Centcom en su cuenta de X.
El movimiento Ansarolá (hutíes) que controla una parte de Yemen proclamó el 19 de noviembre que atacará cualquier barco relacionado con Israel, como respuesta a los ataques israelíes a la Franja de Gaza, e instó a otros países a retirar sus tripulaciones de esas embarcaciones y a no acercarse a ellas en el mar.
Desde entonces, según el Mando Central de Estados Unidos (Centcom), se registraron una treintena de ataques hutíes con drones, misiles antibuque y misiles de crucero contra barcos en el mar Rojo y el golfo de Adén, rutas marítimas clave para el comercio internacional.
Grandes compañías navieras desviaron sus barcos a una ruta alternativa, alrededor de África, lo que ralentiza y encarece el transporte de mercancías. El tránsito en el canal de Suez se redujo un 30 por ciento en los primeros once días de 2024 con respecto al mismo período del año anterior, según la administración de esta vía marítima.
El 18 de diciembre, el Pentágono anunció una nueva operación multinacional, Guardián de la Prosperidad, con participación de más de 20 países, para hacer un frente conjunto a los desafíos de seguridad en la zona, garantizar la libertad de navegación para todos los países y reforzar la seguridad y la prosperidad regionales.
Los hutíes, a su vez, amenazaron con atacar los buques de los países que participan en la operación, liderada por EEUU.
En la noche del 11 al 12 de enero, EEUU y el Reino Unidos lanzaron una oleada de ataques contra objetivos hutíes en cuatro gobernaciones de Yemen. Los ataques, que contaron con el apoyo de Australia, Canadá, Países Bajos y Baréin, fueron dirigidos contra puestos de mando, depósitos de municiones, sistemas de lanzamiento, instalaciones de producción y radares de defensa aérea y causaron al menos cinco muertos y seis heridos en las filas hutíes. En la noche siguiente, EEUU llevó a cabo un segundo ataque a Yemen, esta vez contra la base aérea Al Dailami.
Altos cargos del movimiento Ansarolá sostienen que la agresión por parte de EEUU y sus aliados no disuadirá a los hutíes de atacar barcos vinculados a Israel mientras duran las hostilidades en Gaza.