La Resistencia iraquí ataca una base de EE. UU. en el este de Siria, elevando a 130 los ataques de esta alianza contra las tropas estadounidenses en Irak y Siria.
Mediante un comunicado emitido el viernes por la noche, la Resistencia Islámica de Irak ha informado de haber llevado a cabo un ataque con cohetes contra la base estadounidense en el campo de gas de Koniko, ubicado en la provincia oriental siria de Deir Ezzor, recogió el libanés Al Mayadeen.
Reafirmando su apoyo al pueblo y la Resistencia de Palestina, el movimiento iraquí aseguró que continuará con sus ataques contra instalaciones de Estados Unidos en la región.
Hasta el momento, no hay noticias sobre posibles víctimas ni la magnitud de los daños materiales.
Esta noticia sale a la luz, mientras que el secretario de prensa del Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono), Patrick Ryder, en una sesión informativa aseguró el mismo viernes que las bases militares estadounidenses en Irak y Siria han sido atacadas 130 veces desde el 17 de octubre hasta el jueves.
Según se desprende de la información presentada, 53 de los ataques fueron en las instalaciones militares en Irak y 77 en Siria. Las incursiones con drones, cohetes, morteros y misiles han herido a 66 soldados estadounidenses.
Estos ataques se produjeron después de que las facciones de la Resistencia iraquí advirtieran a Estados Unidos de que dejase de financiar y apoyar los crímenes de guerra israelíes contra los palestinos en la asediada Franja de Gaza.
EE.UU. tiene 900 soldados en Siria y 2500 en Irak como parte de lo que Washington alega ser una fuerza de combate contra el grupo terrorista Daesh. Estados Unidos sigue manteniendo su presencia, aunque los países árabes y sus aliados derrotaron al grupo terrorista takfirí a finales de 2017.