Hizbullah logró detener al ejército de «Israel» en el norte ocupado

Medios de comunicación israelíes confirman el éxito de la estrategia del Secretario General de la Resistencia libanesa, Sayyed Hassan Nasrallah, para retener a grandes fuerzas en la región y reducir la presión sobre la Franja de Gaza.

El plan del Secretario General de Hizbullah, Sayyed Hassan Nasrallah, para detener a grandes fuerzas del ejército de «Israel» en el frente norte tuvo éxito, aseguraron este viernes medios israelíes de comunicación.

Al decir de los comentaristas locales, a este se une la recompensa por un logro estratégico a nivel de conciencia, al forzar la evacuación de decenas de miles de colonos de los asentamientos cercanos a la frontera de la Palestina ocupada con Líbano.

Hace más de tres meses esas personas abandonaron sus hogares, y aun el gobierno de Benjamín Netanyahu no puede darles garantía de seguridad para su regreso, destacaron los medios.

El comentarista de asuntos militares en el sitio web de Israel Defence, Amir Rabaport, catalogó como los eventos más importantes de esta semana en el tema de la guerra los ocurridos en la arena norte, donde la serie de asesinatos y ataques atribuidos a «Israel» elevaron el techo de la respuesta por parte de Hizbullah. 

El sábado pasado, la Resistencia libanesa lanzó un poderoso golpe con misiles contra la unidad de control aéreo en Miron, y el martes sus aviones no tripulados la emprendieron contra la base del cuartel general del comando norte, cerca de Safed.

Sin embargo, a juicio de Rabaport, «Hizbullah aún no dijo su última palabra sobre sus planes de venganza». 

No obstante, comentó el experto, esta escalada en el norte no contradice del todo los intereses sionistas, sino todo lo contrario, y la explicación para ello se encuentra en el propio 8 de octubre, cuando Nasrallah unió sus fuerzas a la batalla palestina Diluvio de Al aqsa. 

El objetivo declarado de Nasrallah era detener a las grandes fuerzas del ejército en el norte, un rol bien desempeñado para apoyar «a los hermanos de Hamas», admitió el comentarista.

Para Rabaport, fue muy significativo el cinturón de seguridad creado dentro de «Israel», no en territorio libanés, pues por primera vez desde el comienzo del sionismo, la evacuación es por parte de la población ocupante.

Según un análisis retrospectivo, algunos consideran hoy esa medida «apresurada y equivocada«, incluso en el asentamiento de Kiryat Shmona, pues tal vez esa falta de civiles le dio a Hizbullah la legitimidad necesaria para disparar sus misiles antitanque y granadas propulsadas por cohetes contra las viviendas, lo cual no hubiera sucedido si estuvieran habitadas. 

De acuerdo con el periodista israelí citado, su Gobierno «se subió a un árbol alto» cuando declaró que los residentes del norte no regresarán a sus hogares hasta tanto Hizbullah no mueva sus fuerzas más allá de la línea del río Litani.

En la estrategia de Nasrallah, la guerra de desgaste continuará mientras se mantenga la agresión contra Hamas, pero la perspectiva de los combates en Gaza es de mucho tiempo aún, con una concentración variable.

Mientras tanto, valoró el experto, «Israel» necesita cortar ese vínculo entre ambos frentes para devolver a los residentes de la frontera norte a sus casas. ¿Y cómo será posible?

El comentarista manejó varias hipótesis sobre el frente norte, y al comparar con Gaza resaltó las grandes capacidades militares de Hizbullah y las características geográficas de los combates en el Líbano como un «desafío mayor», sin precedentes, aunque no haya túneles. 

El pasado miércoles, el general de división de la reserva, Gershon Hacohen, aseguró al periódico Israel Hayom que Nasrallah «era y sigue siendo maestro en la gestión de conflictos y combates», con un gran tino para dañar la moral del sionismo y humillarlo.

A su vez, el general de división en la reserva israelí, Yitzhak Brik, habló sobre el deterioro de la preparación y disposición de las tropas para enfrentar a Hizbullah, y negó las declaraciones oficiales de funcionarios israelíes sobre la «preparación sin precedentes» de sus efectivos. 

En un artículo en el periódico israelí Maariv, Brik explicó que la gran brecha actual se revela en la mala preparación para el escenario estratégico ante las acciones de Hizbullah para implementar su plan de controlar las posiciones enemigas en territorio ocupado.

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