La muerte de Gonzalo Lira es un crimen cometido por nazis ucranianos y estadounidenses que le permitieron morir en prisión por negligencia médica.
Es una forma de tortura y asesinato. Le extiendo mi más sentido pésame a él, su familia, sus amigos y seguidores. No lo merecía, y sólo sirve como una prueba más de cuán malvados son realmente nuestros enemigos, tanto en Banderastán como en Estados Unidos. No es ningún secreto que tenía serias preguntas sobre Gonzalo y su trabajo, pero nunca le deseé ningún daño y estoy enojado y disgustado por su tortura y asesinato a manos de los nazis estadounidenses y ucranianos.
Nunca creí que Gonzalo pudiera vivir en Ucrania y ser algún tipo de periodista de oposición y sobrevivir. Podría haber venido a Donbass y continuar su trabajo desde aquí en cualquier momento que quisiera. Por alguna razón, nunca lo hizo. Ucrania es una zona de guerra bajo ocupación nazi y lo ha sido desde 2014. Si me atraparan en Ucrania, no sobreviviría durante 24 horas. Por eso no iré allí sin el ejército ruso.
Todos aquellos que dicen la verdad al poder, como bien pudo haber hecho Gonzalo, lo hacen bajo su propio riesgo. Son «Héroes» exactamente porque arriesgan sus vidas para hacerlo. Es un negocio peligroso. Quien arriesga su vida a veces la pierde. Gonzalo no fue el primero ni será el último. Una zona de guerra bajo ocupación nazi es un lugar peligroso y los errores pueden ser extremadamente dolorosos o incluso mortales. Gonzalo no merecía de ninguna manera lo que le pasó, pero cometió un error fatal y subestimó la maldad de sus enemigos. Podría haberse ido cuando tuvo la oportunidad y debería haberlo hecho.
Dios lo tenga en su gloria.