No se justifica en absoluto la acción agresiva de Washington y sus aliados contra Yemen, comentó a Sputnik Muhamad Buheyti, miembro del directorio político del movimiento Ansarolá. En sus palabras, los ataques son parte de la política de Joe Biden y Rishi Sunak para ganar votos de cara a las elecciones.
«Las acciones agresivas de Estados Unidos y el Reino Unido contra Yemen no están en absoluto justificadas, ya que nuestro objetivo eran únicamente buques comerciales vinculados a Israel. Solo queremos presionar [a Israel] para que ponga fin a su genocidio en Gaza y levante el bloqueo sobre el enclave», subrayó.
En cuanto a la decisión de lanzar los ataques en sí, Buheyti la califica de errónea y subraya que no beneficia en absoluto ni a la parte británica ni a la estadounidense.
«Nuestra operación militar en el mar Rojo no fue en contra de las normas de ética, aunque estemos en un estado de confrontación directa con Israel. La decisión estadounidense y británica [de atacar a los hutíes] no benefició ni a estadounidenses ni a británicos, fue a propósito una decisión equivocada», evaluó.
El interlocutor también explicó la verdadera razón de estas agresiones, a su juicio parte de la tecnología política del presidente estadounidense, Joe Biden, y del primer ministro británico, Rishi Sunak, para ganar votos de cara a las elecciones.
«Además, no forma parte de la visión estratégica de estos países, sino que es una forma de satisfacer los caprichos electorales de Biden y Sunak, que nunca se dieron cuenta de la esencia de esta guerra. Al fin y al cabo, su valor moral es mucho mayor que sus éxitos en el campo de batalla», indicó.
Al mismo tiempo, lamentó que EEUU y el Reino Unido no hubieran aprendido la lección del pasado y les transmitió un mensaje bastante explícito.
«Ni Washington ni Londres han aprendido de su experiencia anterior en Yemen. Cometieron un error. Se arrepintieron de habernos atacado antes; se arrepentirán ahora», prometió.
También aseguró que la lucha contra Israel continuará.
«Queremos asegurar a todos que nuestra guerra contra Israel continuará. No permitiremos que utilicen el mar Rojo y, a su vez, EEUU y el Reino Unido sufrirán grandes pérdidas. Yemen vencerá y estamos dispuestos a enfrentarnos a EEUU y al Reino Unido directamente que indirectamente luchando contra sus vasallos en la región», concluyó.
En la noche del 11 al 12 de enero, EEUU y sus aliados lanzaron más de 20 ataques contra objetivos hutíes en cuatro gobernaciones de Yemen, incluidas Saná y Al Hudaida.
Según la Fuerza Aérea de EEUU, fueron bombardeados 60 objetivos en 16 sitios diferentes, incluidos puestos de mando y control hutíes, sus depósitos de municiones, sistemas de lanzamiento, instalaciones de producción y radares de defensa aérea. En los ataques se utilizaron más de 100 municiones guiadas de precisión de diversos tipos.
El Comando Central (Centcom) precisó que Estados Unidos lanzó estos ataques en coordinación con el Reino Unido y con el apoyo de Australia, Canadá, Países Bajos y Bahréin.
El movimiento Ansarolá (hutíes) proclamó el 19 de noviembre que atacará cualquier barco relacionado con Israel, como respuesta a los ataques israelíes a la Franja de Gaza, e instó a otros países a retirar sus tripulaciones de esas embarcaciones.
El 18 de diciembre, el Pentágono anunció una nueva operación multinacional, Guardián de la Prosperidad, con participación de más de 20 países, para hacer un frente conjunto a los desafíos de seguridad en el sur del mar Rojo y el golfo de Adén. Los hutíes, a su vez, amenazaron con atacar los buques de los países que participan en la operación, liderada por EEUU.
Del 17 de octubre al 11 de enero, según el Centcom, se registraron al menos 27 ataques hutíes con drones, misiles antibuque y misiles de crucero contra barcos en rutas marítimas internacionales.