Durante las protestas se entonaron cánticos legitimando al líder de los rebeldes hutíes y amenazando a la coalición liderada por Washington con «una respuesta disuasoria».
Más de un millón de personas se congregaron este viernes en varias ciudades de Yemen para expresar su rechazo a los ataques estadounidenses y británicos contra su país, lanzados en respuesta a la ofensiva de los rebeldes hutíes contra la navegación en el mar Rojo.
Según medios locales, más de un millón de manifestantes se congregaron en la plaza de Al Sabeen de la capital, Saná, donde se entonaron cánticos de guerra populares legitimando al líder de los hutíes y amenazando a la coalición liderada por Washington con «una respuesta disuasoria».
Durante las protestas, los comandantes del movimiento rebelde condenaron enérgicamente los bombardeos occidentales: «Sus ataques contra Yemen son terrorismo», declaró Mohammed Ali al Houthi, miembro del Consejo Político Supremo de los hutíes. «Estados Unidos es el Diablo», aseveró.
«No hemos atacado las costas de Estados Unidos, ni nos hemos desplazado a las islas estadounidenses y las hemos atacado. Sus ataques contra nuestro país son terrorismo», recalcó.
Este viernes 12 de enero, EE.UU. y Reino Unido, con el apoyo de Australia, Baréin, Canadá y Países Bajos, lanzaron varios ataques contra posiciones de los hutíes en Yemen. Durante la operación militar, Washington utilizó más de 100 municiones guiadas de precisión para bombardear más de 60 objetivos en 16 lugares distintos del país, informó la Central de la Fuerza Aérea estadounidense.
Por su parte, los hutíes prometieron no dejar «sin respuesta ni castigo» los ataques. «El enemigo estadounidense-británico, como parte de su apoyo a la continuidad de la delincuencia israelí en Gaza, lanzó una brutal agresión contra la República de Yemen con 73 ataques dirigidos a la capital, Saná, y a las gobernaciones de Hodeidah, Taiz, Hajjah y Saada», indicaron, añadiendo que la ofensiva dejó cinco muertos y seis heridos.