Por otro lado, se dio a conocer que el Departamento de Defensa apoyará la revisión del inspector general, Robert Storch, que anunció una investigación sobre la falta de transparencia en torno a la hospitalización del secretario.
El secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, permanece hospitalizado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, ubicado en el estado de Maryland, después haber sufrido complicaciones derivadas de una cirugía para tratarle un cáncer de próstata, informó este jueves el portavoz del organismo, Pat Ryder.
De acuerdo con el vocero, Austin «se encuentra en buenas condiciones» y «continúa recuperándose bien y está concentrado en desempeñar sus funciones como secretario de Defensa». Sin embargo, detalló que, hasta el momento, no contaba con «ninguna actualización sobre cuándo será dado de alta del hospital».
Cuando se le pidió que explicara la razón medica por la que el secretario de Defensa seguía internado, pese a que su infección en el tracto de urinario había mejorado, Ryder se abstuvo de brindar una respuesta, argumentando que no tenía información «más allá de lo que estaba en la declaración» emitida anteriormente por la parte médica.
Al mismo tiempo, reiteró que el alto funcionario seguirá «consultando sobre qué tipo de atención necesita para […] ser dado de alta del hospital en el momento adecuado». Por otro lado, precisó que el Pentágono apoyará la revisión del inspector general, Robert Storch, quien el mismo día declaró que investigará la falta de transparencia en torno a la hospitalización de Austin.
Hospitalización secreta
Al secretario de Defensa de 70 años se le practicó una prostatectomía (extirpación de la próstata) días después de ser ingresado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, el pasado 22 de diciembre. Posteriormente, el 1 de enero, fue hospitalizado nuevamente tras experimentar complicaciones propias de la intervención quirúrgica, «que incluían náuseas con dolor intenso en el abdomen, la cadera y las piernas».
Los médicos descubrieron que tenía una «infección del tracto urinario» y al siguiente día fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos para «una vigilancia estrecha y un mayor nivel de cuidados». No obstante, la institución mantuvo en secreto la hospitalización de emergencia de Lloyd Austin el 1 de enero. Ni el presidente Joe Biden ni el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan, u otros altos funcionarios de la Casa Blanca estaban al tanto de la situación.
La información se dio a conocer hasta el 5 de enero, mediante un comunicado del portavoz Pat Ryder. El secretismo sobre el tema generó fuertes críticas contra el Departamento de Defensa tanto en la opinión pública como entre funcionarios. Ryder explicó en ese entonces que se decidió ocultar lo sucedido tras considerar «una serie de factores, incluidas cuestiones médicas y de privacidad personal».
Más adelante se dio a conocer que Biden fue informado sobre la condición de salud del jefe del Pentágono cuando ya había transcurrido más de una semana desde su hospitalización. En este contexto, diversos políticos, como el expresidente Donald Trump, la presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes, Elise Stefanik, o el representante republicano por Indiana Jim Banks, solicitaron la dimisión del secretario de Defensa.