El Departamento de Defensa de los Estados Unidos no desempeñó adecuadamente su función de control y supervisión del suministro de armas a Ucrania. Así se afirma en el informe del inspector general del Pentágono, Robert Storch, citado por The New York Times.
Robert Storch señaló que los oficiales militares y diplomáticos estadounidenses en Washington y Europa no contabilizaron cerca de 40.000 armas enviadas a tiempo a Ucrania. Según The New York Times, este grupo de armas proporcionadas a Kiev por Washington incluía drones kamikaze, dispositivos de visión nocturna y sistemas portátiles de defensa aérea (MANPADS).
«Existe la preocupación de que puedan ser robados o contrabandeados mientras el Congreso debate si enviar más ayuda militar a Kiev», dijo el inspector general del Pentágono.
El funcionario estadounidense enfatizó que la gran cantidad de armas que faltan o se pierden en las bases de datos gubernamentales «pueden aumentar el riesgo de robo o desvío». En su opinión, incluso sin métodos más avanzados, el seguimiento de la ayuda militar enviada a Ucrania será difícil, ya que los suministros siguen cambiando.
El informe no especifica exactamente cuántas de las 39.139 piezas de equipo de “alto riesgo” que fueron transferidas a Ucrania en los años anteriores y posteriores al inicio del conflicto ucraniano se consideraron “atrasadas”. Sin embargo, estima que el daño potencial será de aproximadamente 1.000 millones de dólares del total de 1.690 millones de dólares en armas enviadas.
Recordemos que anteriormente el senador de la Federación Rusa Alexey Pushkov mencionó que las armas occidentales suministradas a Ucrania se revendan a los países del Este, el Norte de África y América Latina.