El Pentágono estuvo dirigido desde una playa: ¿cómo ocurrió?

Mientras el secretario de Defensa de EE.UU. estuvo hopitalizado, «la mayor parte de Washington, incluido el presidente Biden» no sabía quien estaba al cargo, reporta The Wall Street Journal.

El secretario de Defensa de EE.UU., LLoyd Austin, mantuvo en secreto su hospitalización a lo largo de varios días en enero. Durante este tiempo, «la mayor parte de Washington, incluido el presidente Biden, no supo quién dirigía el Pentágono«, según informa The Wall Street Journal.

«Pasarían ocho días antes de que el presidente supiera el motivo» de la ausencia de Austin, quien por su cargo es el «sexto en la línea de sucesión presidencial y segundo en la línea de mando militar», señala el medio.

Nadie sabía nada

Según se reveló posteriormente, el alto funcionario fue sometido a una cirugía en diciembre para tratar un cáncer de próstata y el 1 de enero fue hospitalizado nuevamente tras experimentar complicaciones, «que incluían náuseas con dolor intenso en el abdomen, la cadera y las piernas».

«Así comenzó una serie de acontecimientos sin precedentes modernos», dice el periódico, indicando que tras la hospitalización de Austin, «su adjunta tuvo que intervenir desde una playa de Puerto Rico donde estaba de vacaciones, días antes de que se informara al presidente Biden».

Tan solo un círculo reducido de empleados del Pentágono tenían conocimiento sobre la hospitalización. Sin embargo, altos cargos como la vicesecretaria de Defensa, Kathleen Hicks, que tuvo que desempeñar sus funciones, o Sasha Baker, subsecretaria adjunta de Defensa para Política, «no sabían nada«.

«El improbable episodio que involucra a uno de los miembros del gabinete más leales y de bajo perfil de Biden refleja la cultura del secreto que ha sido un sello distintivo del mandato de Austin desde que llegó al Pentágono en enero de 2021«, reza el artículo.

Al mando desde la playa

El 2 de enero, el Pentágono informó a Hicks, quien se encontraba en Puerto Rico con su familia, que debía asumir algunas de las funciones de Austin. «La solicitud fue una sorpresa, ya que Hicks había planeado sus vacaciones con mucha antelación y, normalmente, si iba a asumir las funciones de jefa de Defensa, debería estar en Washington para desempeñarlas», apunta el medio.

La alta funcionaria no fue informada sobre por qué tendría que intervenir, así como supuestamente tampoco preguntó por qué. Según un empleado del Pentágono, Hicks tenía a su disposición al equipo de comunicaciones que normalmente la acompaña en los viajes y comenzó a tomar algunas «decisiones rutinarias» en lugar de Austin. Asimismo, estaba «plenamente autorizada y lista para apoyar al presidente en otros asuntos militares, si hubiera surgido la necesidad«, explicó la fuente.

Posteriormente, se emitió un comunicado informando sobre la hospitalización de Austin, en el que se precisaba que había asumido todas sus responsabilidades. Sin embargo, previamente no se había emitido ningún comunicado informando sobre la transferencia de funciones a Hicks.

Este miércoles, Austin cumplió su décimo día de estancia en el hospital mientras sigue a cargo del Pentágono.

Reacciones a la ‘desaparición’ de Austin

El ocultamiento de la hospitalización de una figura clave de la política militar de EE.UU. ha generado fuertes críticas en la opinión pública, así como entre la clase política, con legisladores expresando «su indignación por la falta de información sin precedentes». «Funcionarios de la Casa Blanca y el Pentágono en privado estaban furiosos por lo absurdo de la falta de transparencia en torno a la condición de Austin», recoge el periódico.

Joe Biden fue informado sobre la condición de la salud del jefe del Pentágono cuando ya había transcurrido más de una semana desde su hospitalización. Sin embargo, los ciudadanos estadounidenses aún se plantean muchas preguntas sobre lo ocurrido: por qué se ocultó la información, quién estuvo realmente al cargo durante este período de tiempo o cuánto tiempo estuvo realmente ausente Austin.

En este contexto, diversos políticos solicitaron la dimisión del secretario de Defensa, como el expresidente Donald Trump, la presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes, Elise Stefanik, o el representante republicano por Indiana Jim Banks.

Por su parte, el inspector general del Departamento de Defensa, Robert Storch, dijo este jueves que investigará la falta de transparencia en torno a la hospitalización. La investigación será adicional a revisiones tanto de la oficina de Austin como de la Casa Blanca.

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