La economía de México es positiva, por lo que crecerá 3,5% durante este 2024, estimó el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
«Vamos a seguir [avanzando]. Mi pronóstico es que vamos a crecer este año 3,5%», declaró en su conferencia de prensa.
El mandatario mexicano señaló que algunos expertos en economía, que aún tienen tendencias neoliberales, han presentado estimados de crecimiento por debajo de 3%.
«Veo bien la economía del país,
afortunadamente. No vemos ningún riesgo en lo interno. Tampoco un factor externo que pueda llevarnos a una crisis en lo económico, aunque no sabemos. ¿Quién iba a imaginar lo de la pandemia [de COVID-19], por ejemplo», detalló.
Los claroscuros económicos de México
En entrevista previa para Sputnik, el doctor en economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Arturo Huerta, apuntó que el panorama para la economía mexicana es incierto este 2024, ya existe inestabilidad económica, misma se deriva de factores como la desigualdad en el ingreso de la población, la alta tasa de interés que prevalece en el país, un alza en el incumplimiento de pagos de créditos, la austeridad fiscal y las elecciones presidenciales de este 2024.
«Es resultado de la política que prevalece en el país: el peso fuerte, que abarata las importaciones, mismas que desplazan a la producción nacional y, por lo tanto, se ve afectado el ingreso de las empresas, que terminan [recortando personal] o manteniendo bajos salarios. Al ver disminuido [su presupuesto], las compañías y las familias se endeudan», explicó.
Hay más temas que afectan el desempeño de la economía mexicana. En una charla para este medio, el doctor en economía por la UNAM Felipe Cruz precisó que los daños causados por la pandemia de COVID-19 siguen presentes y esto se refleja en la inflación. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el índice cerró 2023 en 4,66%.
Sumado a esto, se encuentra el enfoque del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de 2024 que, a decir del presidente de México, está destinado mayormente a programas sociales, la conclusión de obras como el Tren Maya y la mejora en los salarios de los trabajadores gubernamentales.
«No está mal otorgar una importante suma del gasto a los programas sociales, sino que se descuidaron otros sectores de la economía, que no han recibido el apoyo necesario para poder reactivar y, sobre todo, para alcanzar una autonomía para generar productos que ayuden a no depender de los bienes importados», añadió Cruz.