Más de 300 periodistas de América Latina condenan ataque a canal de Ecuador

QUITO — Más de 300 periodistas de América Latina condenaron la incursión de hombres armados en un estudio del canal estatal ecuatoriano ‘TC Televisión’, en medio de una ola de violencia del narcotráfico en todo el país, y pidieron medidas inmediatas para proteger a sus colegas.

«Esta es una muestra más de cómo el crimen organizado apunta a la prensa como uno de sus blancos», señalan los periodistas en un comunicado conjunto difundido en la prensa ecuatoriana, y subrayan: «Esta situación merece acciones urgentes».

El texto lleva la firma de reporteros de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, EEUU, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela.

El comunicado señala que Ecuador «terminó el 2023 como el país más violento de América Latina».

«En ese año [2023] se registró también el exilio de nueve periodistas, una cifra inédita en nuestra historia. Las amenazas de muerte han aumentado en un 275% y los ataques armados contra comunicadores también se han incrementado», añade.

Los periodistas sostienen que «lo ocurrido en TC Televisión es la imagen más dolorosa de lo que vive actualmente la prensa ecuatoriana».

En la tarde del 9 de enero, un grupo comando asaltó los estudios del canal ecuatoriano TC Televisión usando capuchas y empuñando armas largas, y mantuvo de rehenes a los trabajadores, a lo que se suma la detonación de artefactos y quema de autos en diversas ciudades de Ecuador y situación de crisis en varias cárceles.

Ante la asonada de violencia que enfrenta el país, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, declaró un «conflicto armado interno» y dispuso el estado de excepción mediante un decreto ejecutivo, ordenando que las Fuerzas Armadas tengan a su cargo el combate al crimen organizado

Noboa, quien asumió hace poco menos de dos meses, había declarado estado de excepción tras una serie de motines en prisiones y fuga de importantes líderes de bandas criminales, que a su vez respondieron con ataques, quema de autos, secuestros de policías y detonaciones de explosivos en las calles de varias ciudades, incluyendo Quito.

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