El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reprobó los actos violentos que causaron una crisis de seguridad en Ecuador y se solidarizó con la población de la nación gobernada por Daniel Noboa.
«Expresamos nuestra solidaridad y apoyo al pueblo de Ecuador, a su Gobierno, y reprobamos estas actitudes vandálicas, la violencia, el querer imponerse con el uso de la fuerza. No estamos nosotros de acuerdo con eso (…). Espero que esta situación sea transitoria y se restablezca la paz en el país hermano», comentó en conferencia de prensa desde el puerto de Acapulco, en el sur de México.
El mandatario mexicano detalló que no hay información sobre connacionales que hayan sido afectados por los diversos actos cometidos en el territorio ecuatoriano en las últimas horas. Agregó que la canciller Alicia Bárcena está atenta para ayudar a los mexicanos que lo necesiten.
«Deseamos de todo corazón que se recupere la paz y que se aleje la violencia», reiteró.
Previamente, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mexicana emitió un comunicado donde condena los hechos ocurridos en Ecuador.
En el documento, indicó que apoya a «las instituciones ecuatorianas para garantizar la protección de las personas que residen o visitan el Ecuador y la estabilidad del país, con apego al orden jurídico interno y respeto a los derechos humanos».
Tras una serie de motines en las prisiones del país y la fugas de importantes cabecillas de las bandas criminales que operan en Ecuador, el presidente de la nación sudamericana decretó el 8 de enero el estado de excepción por 60 días para «recuperar el control» de los centros penales que se han perdido en los últimos años.
La medida desató una ola de violencia con la quema de autos y detonaciones de explosivos en las calles de varias provincias, incluida Quito, por parte de los grupos criminales.
El 9 de enero, Noboa emitió otro decreto en el que declaró un «conflicto armado interno», producto de la crisis de seguridad pública que azota al territorio ecuatoriano y designó como «organizaciones terroristas» a una veintena de grupos del crimen organizado.