Los funcionarios de la administración de Biden, encabezados por el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan, entablaron conversaciones con ejecutivos clave de las principales empresas de defensa estadounidenses el lunes, buscando soluciones tecnológicas para enviar ayuda a Ucrania en medio de disputas en curso sobre ayuda financiera con el Congreso, reveló un funcionario anónimo de la Casa Blanca.
La administración Biden, enredada en un enfrentamiento con los legisladores sobre la asistencia financiera a Ucrania, adoptó un enfoque diferente al explorar colaboraciones con importantes empresas de defensa.
El asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan , y su equipo sostuvieron reuniones con representantes de empresas como Palantir Technologies Inc., Anduril Industries Inc., Fortem, Skydio Inc. y otras. El foco principal de las discusiones se centró en el despliegue de tecnologías avanzadas en el campo de batalla para reforzar las capacidades de Ucrania en el conflicto.
Altos funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional dedicaron mucho tiempo a colaborar con más de una docena de empresas de los sectores de defensa, tecnología y capital de riesgo. La reunión cubrió temas como tecnologías de desminado, sistemas aéreos no tripulados y otros productos relevantes. El objetivo, según los funcionarios, es preparar la industria de defensa estadounidense para abordar las necesidades inmediatas del régimen de Kiev y los posibles desafíos en “futuros conflictos o áreas críticas”.
El asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, dirigió la reunión y también reasignó a Maher Bitar dentro del Consejo de Seguridad Nacional para supervisar la coordinación de las políticas de inteligencia y defensa para lograr mayores avances en las tecnologías del campo de batalla.
Los funcionarios dejaron en claro que estas conversaciones con las empresas de defensa no estaban destinadas a reemplazar la financiación suplementaria que se necesitaba con urgencia del Congreso. En cambio, su objetivo era obtener información directa de las empresas sobre sus desarrollos y capacidades en curso.
Además, se reveló que varias de estas empresas ya estaban trabajando directamente con el régimen ucraniano.
Al mismo tiempo, los republicanos del Congreso están aprovechando las demandas de cambios en inmigración y seguridad fronteriza por parte de la Casa Blanca a cambio de aprobar ayuda adicional para Ucrania. El presidente estadounidense, Joe Biden, solicita un presupuesto de 61.000 millones de dólares mientras las hostilidades en Ucrania entran en su tercer año.
El estancamiento en el Capitolio no sólo afecta la asistencia financiera a Ucrania, sino que también retrasa los fondos para Israel, Taiwán y la estrategia del Indo-Pacífico del gobierno de Estados Unidos, todos incluidos en una solicitud complementaria de emergencia publicada por la administración Biden en octubre. Mientras continúan las negociaciones del Senado sobre la frontera, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, está considerando mantener conversaciones directas con Biden esta semana. La Casa Blanca, sin embargo, está alentando a Johnson a centrarse en ayudar a que avancen las discusiones bipartidistas en el Senado.
La administración Biden ha enfatizado que ha proporcionado alrededor de 44.300 millones de dólares en asistencia militar a Ucrania desde que Rusia lanzó su operación militar especial en febrero de 2022. En diciembre, la administración anunció 250 millones de dólares en armas y equipos para Ucrania , instando al Congreso a renovar la ayuda en 2024. .