El 2023 ha sido un año en el que hemos vivido peligrosamente, además porque arrastramos los conflictos que ya vienen de atrás: no es solamente el tema en Ucrania. Así lo explica el director del Instituto Español de Geopolítica [IEG] Juan Aguilar, al apuntar que este año 2024 será incluso más intenso.
El foco principal estuvo en Ucrania
El analista avisa que hay más conflictos que vienen de atrás, algunos de los cuales estaban congelados y se han reactivado. Añade que en 2023 también empezaron a conocerse las consecuencias de la propia reestructuración del orden mundial, «que lógicamente no es un proceso de meses, es un proceso de años, y por lo tanto vamos viendo fases del proceso».
Todo lo anteriormente expuesto, «hace que los análisis tengan que hacerse con un poco de más perspectiva en el tiempo. Pero sí que vemos cómo las señales que ya se produjeron en el 2021–2022, se acentúan en 2023, y estoy completamente seguro que en el año 2024 va a ser incluso más intenso en este tipo de cosas», asegura el experto.
De todas formas, Aguilar reconoce que el suceso que más tiempo ha ocupado en los medios generalistas y corporativos en 2023, y porque es el que tiene ahora mismo el pivote donde se centran todos los focos, es la operación militar especial de Rusia en Ucrania.
«¿Qué hemos visto en el año 2023? Pues hemos visto el cumplimiento de esa frase un poco irónica que hemos repetido algunas veces de ‘cómo Ucrania iba de victoria en victoria, hasta la derrota final’, y así se ha ido cumpliendo. Vimos aquella tremenda batalla en Bajmút [Artyómovsk], donde el Ejército ucraniano se desangró realmente, frente a unas fuerzas como las de Wagner», detalla Aguilar.
«Tras la batalla de Bajmút empezó la ofensiva ucraniana, que teóricamente iba a ser el golpe definitivo contra Rusia en la guerra: se iba a liberar Melitópol, llegar al mar de Azov, romper el puente terrestre con Crimea, y dejar al Ejército ruso en una situación tan terrible, que eso iba a llevar casi al armisticio o a la rendición. Bueno, esa ofensiva [ucraniana] fue un fracaso, como ya habían previsto muchos analistas militares, como casi se deducía de los papeles filtrados del Pentágono. El fracaso de esa ofensiva, lo que ha producido, conforme a la doctrina militar de una guerra industrial y prolongada, es el agotamiento de la capacidad ofensiva de la OTAN en Ucrania», sentencia Juan Aguilar.